A diario van surgiendo nuevos datos que permiten reconstruir las andanzas, maniobras y manipulaciones de los que montaron la que por académicos y especialistas en el tema ha sido calificada como una estafa piramidal, bautizada Koriun Inversiones, tendiendo una red de promesas en la que quedaron atrapados al menos 37,000 compatriotas.
Edmundo Orellana, ex fiscal general, ha formulada una serie de preguntas relevantes y pertinentes: ¿por qué no se ha iniciado el proceso judicial?, ¿se puede devolver el dinero sin autorización judicial?, ¿procede legalmente la devolución por liquidación, si la impresa no es financiera?, ¿por qué sigue operando?, si los socios responden penalmente por la gestión ilegal ¿por qué nadie ha sido acusado?, ¿cree usted que lo actuado por los entes estatales está de acuerdo con la ley?, ¿cree usted que este caso socava la seguridad jurídica?
Como parte de su montaje propagandístico, Koriun divulgaba, como anzuelo adicional a la tasa de interés del 5% semanal, estar asociada con el Foro Económico Mundial y el Centro Financiero Internacional de Dubái, realizando inversiones en metales preciosos, petróleo, tecnología, productos agrícolas, lo que ha sido negado por las instituciones citadas.
“Koriun invierte dinero para generar intereses; para que sepan una de las inversiones de la empresa es comprar petróleo crudo en Qátar, de ahí se saca la ganancia. Es un negocio de éxito”, sostiene el abogado de Koriun, Roberto Talavera.
Hoy cabe preguntarse, ¿para quiénes ha sido este lucrativo “negocio”, que ha enriquecido ilícitamente a un grupúsculo en detrimento de miles de personas, que retiraron ahorros y/o contrajeron préstamos con la banca para entregarlos a la pandilla disfrazada de “inversionistas”?
La Prensa Premium ha investigado que la reunión programada para ayer lunes no fue para autorizar ningún retiro de fondos, únicamente para que Koriun presente los contratos individuales de quienes les confiaron cantidades que hoy tratan de recuperar, hasta ahora en vano.
El economista Edgar Aguilar critica la permisividad del Gobierno, ya que Koriun operó desde hace siete años como financiera sin contar con el permiso legal y obligatorio por parte de la Comisión de Bancos y Seguros, sin activar ninguna alerta institucional, pese a que se fue extendiendo desde la sede en Choloma a otras ciudades del país.
Continuaremos dando seguimiento a este escándalo, cuyas ramificaciones e impactos en el corto y mediano plazo pueden resultar devastadores para los hoy perjudicados, para la economía nacional, para la imagen de nuestra nación, en una avalancha de consecuencias, todas perjudiciales y dañinas.