Un momento para tomar fuerzas

Por ello, durante los próximos días habrá que dedicar tiempo a algo más que satisfacer la necesidad de descanso y esparcimiento, habrá que aprovechar la oportunidad.

  • 13 de abril de 2025 a las 23:00 -

Inicia la Semana Santa y, con ella, la oportunidad de hacer un alto en el camino no solo para descansar, sino especialmente para fortalecernos desde una perspectiva más integral; es decir, también desde lo espiritual.

El año 2025 está siendo complejo para el mundo entero, y a esa complejidad global se suman nuestros propios desafíos de país, en este año marcado especialmente por las elecciones, en marzo y noviembre.

Esta semana es una especie de tregua para tomar un respiro de lo que sin duda vendrá después: la politización de casi todas las conversaciones, el incremento de la incertidumbre y la apología del miedo, como una herramienta eficaz, aunque desgastante, para mover voluntades.

Por ello, durante los próximos días habrá que dedicar tiempo a algo más que satisfacer la necesidad de descanso y esparcimiento, habrá que aprovechar la oportunidad que nos ofrece esta importante fecha en el mundo cristiano, para conectar con Dios y con su trascendental mensaje de amor y esperanza.

Porque la esperanza que nos mueve a la acción por construir un mundo mejor es la que nos permite superar obstáculos, con la fe puesta en Dios y el amor hacia los demás.

La Semana Santa nos permite recargar energías a través de la conexión espiritual, siempre y cuando cumplamos con el requisito fundamental: tener la voluntad de acercarnos ante el llamado permanente.

Estas fechas significan la oportunidad valiosa de abrir la mente y el corazón para pedir sabiduría y reconocer aquello que podemos cambiar, así como la fortaleza para enfrentar lo que no es posible, como señala la Oración de la Serenidad.

Es también el momento para aceptar con humildad que estamos en las manos de Dios y que Él nos acompaña siempre, a pesar de nuestros silencios y, a veces, nuestra indiferencia.

Es un espacio para fortalecer vínculos familiares, recordando las tradiciones heredadas por quienes nos antecedieron, valorando la enorme riqueza cultural, transmitiendo esas vivencias a nuestras nuevas generaciones, para que siempre sientan la identificación con sus raíces y el orgullo por lo que somos como nación.

Tenemos la oportunidad de conjugar la fe y la tradición para convertirla en algo trascendental, en un llamado renovado a encarar el futuro cercano con valentía y con la esperanza que viene de lo alto.

Que esta Semana Santa sea motivo de unión y crecimiento, que la paz encuentre el lugar propicio para hacer su nido y quedarse. Es un momento de renovación de la fe que nos mueva a actuar con amor y con respeto hacia el prójimo. ¡A tomar fuerzas!

Te gustó este artículo, compártelo
Últimas Noticias