Pero el agua salada no sacia la sed, solo la aumenta. ¿Acaso no sentimos esa sed que no se apaga, mientras el país se desangra por la corrupción y la violencia?
Nuestro entrañable hermano pueblo mexicano se encuentra actualmente arrinconado por la guerra entre los carteles de la droga que luchan por territorios.
También existe preocupación colectiva respecto a la aprobación por la Cámara de Representantes de un impuesto sobre el envío de remesas por nuestros migrantes.
El ministerio de León XIV se inscribe en un presente eclesial complejo, marcado por la herencia de pontificados recientes y la urgencia de responder a problemáticas multifacéticas.