Soberbios

Pero lo que está difícil de entender es la actitud de líderes actuales de edad intermedia que actúan con denotada soberbia en momentos cuando lo lógico es la conciliación y el diálogo.

Todas las personas a lo largo de su vida encuentran en su camino seres humanos que muestran un verdadero desdén por los demás. Son personas que traen dentro del paquete de su personalidad esa forma de ser. Es innato en ellas, lo hacen de una manera natural y no les cuesta ningún trabajo.

Algunas de ellas tienen méritos y otras no. Son personas que se consideran mejor que los demás y no pierden oportunidad de hacerlo ver. Llevan a cuestas todos los días la mala fortuna de ser soberbias.

Los seres humanos que actualmente poblamos este planeta estamos siendo testigos de cambios aceleradísimos en todos los aspectos. Venimos de los horrores de guerras mundiales, superamos el Armagedón, sobrevivimos la pandemia y estamos en un punto de la historia donde la tecnología y la cultura nos están orillando a un lugar inhóspito y frío.

Nunca antes en la historia de esta civilización las personas se han comportado de una manera tan vana y vil.

Actitudes que antes se consideraban de baja catadura hoy son toleradas, aceptadas y hasta celebradas.

Tal vez se trate de la nueva impronta en los jóvenes de hoy. Fríos, inmaduros, seguidores de tendencias alocadas, con un acentuado sentido del disfrute como principal meta de vida y un marcado desdén a lo convencional.

Pero lo que está difícil de entender es la actitud de líderes actuales de edad intermedia que actúan con denotada soberbia en momentos cuando lo lógico es la conciliación y el diálogo. Nunca la soberbia ha sido buena consejera. El ambiente que la rodea nunca será de armonía o respeto. Para el soberbio, su opinión es ley y no permite alternativas.

Esta situación es peligrosa cuando además se combina con poder, ya que lo único que engendran es resentimiento y odio. Hay muchos ejemplos de líderes soberbios a lo largo de la historia. Todos son recordados con indignación. Personajes que afectaron tantas vidas y que crearon caos, muerte y devastación cuando por la necedad de sostener una posición tomaron decisiones equivocadas.

Eso se está viendo en la política de nuestro país. La confrontación es aceptable, pero insultos y denigraciones mediáticas solo reflejan bajeza. Se necesitan dirigentes políticos que sepan guardar la compostura. Deben dar una imagen de cultura.

Si además son íntegros y honestos tendríamos el líder ideal. “La agresividad es el traje que usa el miedo, la soberbia es el síntoma del ignorante”: (Chamalu).

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