El 27 de julio pasado un avión de una reconocida compañía aérea tuvo un percance antes de iniciar su vuelo.
En realidad, muchas compañías están experimentando incidentes aquí y allá, unos más que graves que otros, el caso es que últimamente estamos sabiendo (a veces por los medios o por experiencia propia) de muchos contratiempos en viajes, ocurridos en todos lados.
El que nos ocupa hoy ocurrió en el aeropuerto de Denver, en Estados Unidos. Según los pasajeros, todo comenzó con una fuerte explosión, seguida por un incendio fuera de la aeronave producido aparentemente, por un problema en el tren de aterrizaje.
Y como ya es costumbre, alguien se dedicó a grabar lo que estaba pasando. En el vídeo se puede ver a las personas bajando a través de los toboganes. Cabe decir que puede notarse el gran trabajo que debió hacer la tripulación al controlar a 150 pasajeros, algo que no debe ser fácil. Ese buen entrenamiento que ha recibido el equipo de sobrecargo seguramente evitó que las cosas llegaran a más. Un herido es lo que se reportó al final.
Todos tenemos diferentes maneras de reaccionar ante situaciones de peligro real. Es muy poca la gente que puede decir que nunca se ha encontrado en una posición en la que ha entendido que su vida estaba amenazada.
En algún momento nos ha tocado un temblor o un terremoto, un huracán, un accidente en auto, un asalto a mano armada, una revuelta, en fin. Si es el caso, ya tenemos una idea de cómo reaccionamos en esos terribles momentos. Si gritamos y corremos despavoridos o si, por el contrario, lo tomamos con la mayor tranquilidad que podemos.
Volviendo al vídeo, pudimos ver por ejemplo, a un hombre que brincaba apresuradamente del tobogán con bebé en brazos y además con varias bolsas, pañalera, maletín etc. Luego una chica que gritando, también brincaba antes de tiempo y que por lo tanto se caía de una manera aparatosa y que parecía haberse golpeado las rodillas. Atrás de ella, otro pasajero que bajó tranquilamente y que de la misma forma siguió su camino como si nada.
Un poco más atrás, una joven corriendo, cargando muchas bolsas. Después otro hombre con un niño pequeño en brazos, que por la manera tan apurada en que estaba saliendo, aunado al peso de las bolsas que cargaba y el del muchachito, se tropezó y cayó encima de éste, lastimándolo.
Cuando vemos las cosas así, desde afuera, podríamos pensar que nosotros lo haríamos mejor. Que conservaríamos la calma, no nos preocuparíamos sino por los documentos importantes, que no correríamos con un bebé en brazos, que bajaríamos ese tobogán de la manera más ordenada posible para evitar terminar innecesariamente en el hospital. Y ojalá que así fuera. Pero la verdad es que, hasta que no nos encontremos dentro de un avión en llamas...no lo sabremos.