Los estadounidenses acuden masivamente este martes 5 de noviembre a las urnas para elegir a su nuevo presidente entre los principales candidatos, el exmandatario republicano Donald Trump y la vicepresidenta demócrata, Kamala Harris.
La tensión y los nervios aumentan en ambas campañas mientras transcurre la jornada electoral a la espera de los resultados preliminares que se espera puedan conocerse esta misma noche.
Las encuestas anticipan una carrera muy ajustada entre Harris y Trump en los siete estados clave que decidirán la elección: Georgia, Carolina del Norte, Míchigan, Pensilvania, Wisconsin, Arizona y Nevada.
Los primeros colegios electorales cerrarán a las 18.00 hora local (23:00 GMT) en Indiana y Kentucky, y el resto seguirá de manera escalonada.
A partir de ese momento, comenzarán a conocerse los primeros indicios sobre la voluntad de los ciudadanos tras un año de campaña y cientos de sondeos. En total, 244 millones de estadounidenses están llamados a las urnas.
En varios de los estados clave, como Georgia y Carolina del Norte, se espera que las primeras proyecciones aparezcan un par de horas después del cierre de los centros de votación, mientras que en Nevada o Pensilvania los resultados tardarán más tiempo.
En los estados tradicionalmente republicanos o demócratas donde un candidato es claramente el favorito, el resultado de las elecciones se anunciará casi de inmediato.
Varias autoridades electorales estatales han advertido que podrían pasar varios días antes de que se conozca el resultado final debido a lo ajustado de la contienda. Por ejemplo, en Arizona, funcionarios locales estiman que el conteo podría tardar de 10 a 13 días.
“Vamos a ser pacientes. Estaremos muy atentos a lo que ocurra al inicio de la noche, pero sabemos que algunos de nuestros grandes estados clave no tendrán todos los votos contabilizados hasta tarde en la noche o incluso en la madrugada”, dijo la directora de campaña de Harris, Jen O’Malley Dillon.
En 2020, los estadounidenses tuvieron que esperar cuatro días desde el cierre de los colegios hasta que Joe Biden fue declarado ganador.
En Estados Unidos, no existe una autoridad electoral central, por lo que los grandes medios de comunicación de EE.UU., que tienen equipos que van analizando los datos de cada estado, son los que declaran a los vencedores.
En un hipotético caso de que se produjera un empate de votos (269-269) en el Colegio Electoral que finalmente decide el presidente, eso se traducirá en una probable victoria de Trump, ya que sería la Cámara de Representantes la que desharía el empate, y en la Cámara Baja los republicanos tienen la mayoría.
