Tras más de dos años al frente del Instituto Nacional Penitenciario (INP), el general de brigada Ramiro Fernando Muñoz Bonilla confirmó su salida del cargo y anunció que espera ser reasignado en una nueva misión en las Fuerzas Armadas , bajo instrucciones del general Roosevelt Hernández, jefe del Estado Mayor Conjunto.
"Soy un general activo de la república, no renuncio a las misiones. Cumplo la orden que me den", afirmó Muñoz durante una conferencia de prensa en la sede del INP , donde se mostró sereno, satisfecho y agradecido.
En su reemplazo asumirá el general de brigada José Miguel Mejía Medina, a quien describió como un oficial altamente profesional, con “valentía, decencia y voluntad de trabajo”.
Muñoz subrayó que su remoción obedece a un relevo normal, en el marco de la naturaleza política del cargo.
"Quien a usted lo nombra, lo quita. Este es un cargo político, y fue la señora presidenta quien me colocó aquí", dijo, reiterando que no existe ninguna pugna con el alto mando ni presiones externas que motivaran su salida. Fue enfático al agradecer el respaldo de la presidenta Xiomara Castro , así como del general Hernández, señalando que sin su apoyo no hubiera sido posible desarticular el crimen organizado en los centros penales, avanzar en infraestructura y elevar los estándares del sistema penitenciario a niveles sin precedentes.
Muñoz anunció que, junto al coronel Adán Antonio Ramírez y el coronel José Del Cid, quienes integraban la comisión saliente, dejarían también sus cargos. En su lugar, la nueva comisión estará conformada por el coronel Luis Alonso Rosales Cardoza y el coronel Marco Alexander Lanza Ávila, quienes acompañarán a Mejía Medina. "Son excelentes oficiales. Estoy seguro de que lo harán mejor que nosotros", comentó.
Sin enemigos
Sobre las críticas recibidas por organismos de derechos humanos, el general respondió con firmeza: “Si cometimos alguna falta, que lo digan. Nosotros aplicamos la ley sin distinciones. No nos parcializamos con ninguna organización criminal”. Reiteró que no tiene enemigos personales ni ha recibido amenazas por su gestión.
“Los delincuentes tienen ética, y yo he actuado con firmeza y respeto”, dijo. El general subrayó la importancia de la continuidad en el control institucional y pidió que quien asuma el cargo mantenga firmeza frente a las estructuras criminales.
“Este no es un puesto para cualquiera. Aquí se necesita valentía, decencia y voluntad de trabajo”, afirmó.
Consultado sobre su futuro, indicó que esperará instrucciones del general Roosevelt Hernández, aunque manifestó su deseo de descansar tras una etapa intensa de trabajo.
“Este trabajo es duro, no hay tiempo. Pero lo que me toca es cumplir órdenes legales”.
Finalmente, envió un mensaje directo a la presidenta Xiomara Castro: “Gracias por la oportunidad y por el respaldo. Nunca un militar fue comandante de una unidad militar y, al mismo tiempo, director del sistema penitenciario. Eso no lo había visto en el país”.
