El gobierno anunció la semana anterior el congelamiento de los precios de los combustibles, pero tal parece que la medida no será aplicada de manera general.
Mientras que los precios de la gasolina superior, la regular y el diésel se mantienen sin cambios, el del gas licuado de petróleo (LPG) de uso vehicular, registra un incremento de 82 centavos por galón.
A esta excepción se suma el precio del keroseno, cuyo precio por galón subió este lunes en 1.78 lempiras por galón (L0.47 por litro).
De acuerdo con el comunicado oficial de la Secretaría de Energía, la medida del congelamiento busca estabilizar la espiral ascendente de los precios, que, a mayor o menor velocidad, se ha mantenido constante durante la mayor parte del año.
De tal suerte que, la gasolina regular no registra ninguna rebaja desde el 26 de julio pasado; la gasolina superior bajó por última vez el 30 de agosto.
En cuanto al diésel, que este año ha sido el más generoso en rebajas, tuvo su último retroceso de precio igualmente el 30 de agosto.
Es de hacer notar que el congelamiento, si bien alivia la presión sobre el bolsillo de los consumidores, no fue decretado sino hasta más de tres meses después que combustibles como la gasolina superior, sobrepasase el precio de los L100 por galón.
Así las cosas, la nueva estructura de precios autorizados queda de la siguiente manera:
La nueva estructura de precios entró en vigencia desde la primera hora de la mañana de este lunes 25 de octubre.
