El Acuerdo de Asociación que Centroamérica tiene con la Unión Europea (UE) dispone una cuota de carne que los ganaderos de la región pueden aprovechar para exportar su producto al mercado europeo que paga en euros.
Tal oportunidad no se les escapa a los ganaderos hondureños que ven la oportunidad de ingresar con fuerza en ese mercado. Solo dos obstáculos se interponen.
El primero de relaciona con la certificación de inocuidad exigida por la UE, con la que se garantice que el ganado hondureño se encuentra libre de enfermedades propias de los bovinos.
A este respecto, la Asociación de Ganaderos de Sula (Agas) hace planes para obtener dicha certificación. “ Estamos iniciando un plan piloto en Agas con el apoyo de Fenagh (Federación de Agricultores y Ganaderos de Honduras), las Cámaras (de Comercio) y de tres empresas que son responsables directamente con los productores con los que estamos tratando de organizar el control y erradicación de enfemedades bovinas como tuberculosis y brucelosis”, comenta Héctor Ferreira, presidente de la Agas.
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El segundo obstáculo tiene que ver con el menguante hato ganadero nacional, que a últimos conteos era de menos de un millón de cabezas y a pesar de los esfuerzo de repoblación que realiza el sector con asistencia gubernamental, se necesitan entre cuatro y cinco año para lograr una relativa recuperación en el número de animales.
Ferreira observa que existe una enorme demanda de carne en los mercados del exterior, lo que deja jugosas ganancias a los ganaderos, pero a costa de desabastecer el mercado nacional, situación que se refleja en los altos precios de la carne en los mercados.
La escasez de ganado matiene altos los precios de la carne.
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Ferreira argumenta que con dicha rentabilidad, los productores ganaderos redoblarían esfuerzos por incrementar la producción ganadera.