¿Siente un dolor intenso y repentino en la rodilla?, ¿no puede poner peso sobre una pierna, rodilla, tobillo o pie?, ¿o tiene dificultad para mover una articulación normalmente? Si siente cualquiera de estos síntomas, probablemente tiene una lesión deportiva.
Durante la práctica del deporte o ejercicio con frecuencia ocurren lesiones que son conocidas como esguinces, torceduras y fracturas por estrés, afectando los músculos, los tendones, los ligamentos y los huesos en muchas partes del cuerpo, incluyendo: hombro, codo, muñeca, rodilla y tobillo.
Pero, ¿qué provoca estas lesiones en los deportistas? Entre los factores de riesgo se incluyen: no utilizar las técnicas de ejercicio correctas, entrenar con demasiada frecuencia o durante demasiado tiempo, cambiar la intensidad de la actividad física demasiado rápido.
Otras veces ocurren al practicar el mismo deporte todo el año, correr o saltar sobre superficies duras, usar zapatos que no tienen suficiente soporte, no llevar el equipo adecuado, haber tenido una lesión previa, tener poca flexibilidad o tomar ciertos medicamentos.
Calentamiento y estiramiento. Para prevenir lesiones como desgarros, esguinces y torceduras se recomienda realizar el calentamiento previo a actividades deportivas, lo que también permite ampliar los movimientos de las articulaciones y aumentar la frecuencia cardíaca y respiratoria.
Al hacer estos movimientos y ejercicios cortos, nuestro cuerpo y organismo logrará adaptarse y prepararse, tanto interna como externamente, para los diferentes ritmos que conllevan la actividad física.
Además, se disminuye el riesgo de sufrir lesiones, el calentamiento aumenta la resistencia del músculo y la temperatura corporal, mejora la flexibilidad y aporta más sangre a los músculos principales, entre otros beneficios.
El estiramiento previo, de al menos 10 minutos, debe contener movimientos suaves y progresivos, que logren que los músculos y las articulaciones se preparen para rendir de forma óptima en la actividad deportiva:
Después de la actividad deportiva, los estiramientos, además de apresurar el proceso de reabsorción del ácido láctico, permiten que los músculos y las articulaciones vuelvan a su estado natural. Estos ejercicios de estiramiento deben tener una duración mínima de 10 a 15 segundos.
Sigue en movimiento. Para los dolores que son provocados por artritis, esguinces, calambres y tensiones musculares, aplíquese Diclo Carminativo - Finlay, una combinación de diclofenaco con carminativo que ofrece el máximo poder analgésico y anti-inflamatorio.
Este roll-on, de uso tópico y de fácil aplicación, es efectivo en dolores musculares, articulares y reumáticos, que está compuesto también por mentol para facilitar la dilatación en los vasos sanguíneos de la piel, la penetración en la piel y el efecto analgésico, lo que aumenta el flujo de sangre, y contrarresta el dolor de los tejidos afectados.
Para aplicarlo, se debe friccionar suavemente la parte afectada 3 o 4 veces al día, utilizando para ello el mismo envase roll-on, dando un masaje en la zona afectada hasta su absorción.
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