Un joven de apenas 18 años de edad murió de forma accidental cuando corría por su vida, tratando de escapar de una balacera en el barrio Morazán de La Entrada, Copán, zona occidental del país.
La víctima respondía al nombre Carlos Eduardo Domínguez. Según dieron a conocer sus familiares, él era residente del mismo barrio Morazán.
Testigos mencionaron que el ciudadano comenzó a correr luego de desatarse una balacera cerca de donde él estaba, aunque no especificaron si él era el objetivo de los matones.
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Ante las detonaciones de las armas de fuego, lleno de miedo y desesperación, el jovencito decidió refugiarse en un callejón, pero estando allí perdió el control y se precipitó al suelo.
La caída fue tan fuerte que presuntamente murió de forma inmediata, dado que cuando vecinos del barrio intentaron socorrerlo, él ya no tenía signos vitales. Algunos dijeron que su cráneo se fracturó por el golpe y su cabeza derramaba sangre.
Su cuerpo quedó tendido en el solar de una de vivienda. Posteriormente, elementos de la Policía Nacional llegaron a la zona para acordonar el área y más tarde el personal de Medicina Forense hizo el levantamiento de la víctima.
