San Pedro Sula, Honduras.
El pequeño Carlitos, quien desde el viernes se encuentra en el hogar de niños Enmanuel, de esta ciudad, manifestó sentirse a gusto donde está y no quiere regresar con sus padres adoptivos.
El niño de nueve años fue abandonado por sus padres adoptivos en la aldea Cacaulapa, Colinas, en el departamento de Santa Bárbara, por supuestamente sustraer 1,400 lempiras de la casa en la cual vivía. Tras ser echado de la casa vivió durante un año en la vieja cocina de una escuela. El menor comenzó una nueva etapa de su vida y ayer se puso su pantalón azul y su cubayera blanca y asistió a la escuela José Trinidad Cabañas, en el barrio Guamilito. Al concluir su primer día de clases dijo que la escuela es lo que más le gusta.
Carlitos en los pocos días que tiene de estar en el hogar se ha adaptado a los demás niños. Lo que más le gusta es practicar fútbol y se considera un fanático de equipo Olimpia y un admirador del portero Noel Valladares.
Sara García, la sicóloga del hogar, explicó que el niño no tiene problemas de aprendizaje. “Es normal que sea tímido. Él nunca fue puesto a la escuela, pero le estuvimos enseñando las letras y él las asoció con palabras. Se ha adaptado bien con los otros niños”, dijo García.
Vivian Chaín, directora del hogar Enmanuel, dijo que el jueves a las 9:00 pm recibieron una llamada de la Dirección Nacional de la Niñez y la Familia (Dinaf), para avisar que iban a trasladar al niño. “Ya inició con las clases, acá lo vamos a preparar no solo académicamente”, contó.
El pequeño Carlitos, quien desde el viernes se encuentra en el hogar de niños Enmanuel, de esta ciudad, manifestó sentirse a gusto donde está y no quiere regresar con sus padres adoptivos.
El niño de nueve años fue abandonado por sus padres adoptivos en la aldea Cacaulapa, Colinas, en el departamento de Santa Bárbara, por supuestamente sustraer 1,400 lempiras de la casa en la cual vivía. Tras ser echado de la casa vivió durante un año en la vieja cocina de una escuela. El menor comenzó una nueva etapa de su vida y ayer se puso su pantalón azul y su cubayera blanca y asistió a la escuela José Trinidad Cabañas, en el barrio Guamilito. Al concluir su primer día de clases dijo que la escuela es lo que más le gusta.
Carlitos en los pocos días que tiene de estar en el hogar se ha adaptado a los demás niños. Lo que más le gusta es practicar fútbol y se considera un fanático de equipo Olimpia y un admirador del portero Noel Valladares.
Sara García, la sicóloga del hogar, explicó que el niño no tiene problemas de aprendizaje. “Es normal que sea tímido. Él nunca fue puesto a la escuela, pero le estuvimos enseñando las letras y él las asoció con palabras. Se ha adaptado bien con los otros niños”, dijo García.
Vivian Chaín, directora del hogar Enmanuel, dijo que el jueves a las 9:00 pm recibieron una llamada de la Dirección Nacional de la Niñez y la Familia (Dinaf), para avisar que iban a trasladar al niño. “Ya inició con las clases, acá lo vamos a preparar no solo académicamente”, contó.
