Transportistas del sector Los Cármenes realizaron una paralización de sus unidades en protesta por la creciente inseguridad que enfrentan a diario.
La medida fue adoptada como último recurso ante la falta de respuesta efectiva por parte de las autoridades de seguridad, según afirmaron los conductores.
La protesta, que se extendió durante varias horas, dejó sin transporte público a cientos de personas en las comunidades de El Ocotillo, aldea El Carmen, Santa Martha y otras zonas vecinas.
Muchos usuarios debieron caminar para llegar a sus destinos o simplemente no pudieron acudir a sus trabajos, centros de estudio o citas médicas.
“Vivimos con miedo todos los días”
Conductores y ayudantes narraron que los asaltos ocurren a plena luz del día, muchas veces a bordo de las unidades llenas de pasajeros. Según testimonios, los delincuentes armados suben a los autobuses y despojan a todos de sus pertenencias bajo amenazas.
“Ya no se puede trabajar así, nos están matando lentamente con esta inseguridad, nos asaltan, nos amenazan, y nadie hace nada. Hemos pedido apoyo con patrullajes pero no vemos acciones”, comentó un transportista con más de 20 años en el rubro.
Los pasajeros también se sumaron al clamor por mayor seguridad. “Nos da miedo subir al bus, sabemos que en cualquier momento pueden asaltarnos, a veces los ladrones suben, se hacen pasar por pasajeros y sacan armas cuando estamos lejos de cualquier ayuda”, relató María Gómez, una madre de familia que usa el transporte a diario.
Vecinos del sector expresaron su frustración ante lo que consideran una completa ausencia del Estado. Afirmaron que, pese a haber elevado sus quejas en múltiples ocasiones, no han visto operativos disuasivos, algunos aseguran que incluso reconocen a los delincuentes.
“Ya no es solo un problema de robos, es una amenaza a la vida misma”, dijo una pobladora que prefirió no identificarse por temor a represalias.
Tras varias horas de tensión y el colapso del tráfico en algunos puntos clave del sector, agentes de la Policía Nacional se presentaron en el lugar para dialogar con los manifestantes y restablecer el paso vehicular.
Durante la reunión improvisada con líderes del gremio transportista, las autoridades se comprometieron a intensificar la vigilancia en las zonas más afectadas.
Entre los compromisos asumidos figuran la instalación de puestos móviles de control, patrullajes continuos en horarios críticos y la creación de una mesa de diálogo con representantes de la comunidad y el sector transporte.
Dispuestos al diálogo
Pese a que la protesta se desarrolló de manera pacífica y sin incidentes mayores, los transportistas advirtieron que de no cumplirse lo prometido, se verán obligados a volver a suspender el servicio, esta vez de forma indefinida.
“No queremos pelear, queremos trabajar, pero si no nos dan seguridad, no podemos seguir arriesgando nuestras vidas, estamos dispuestos a sentarnos a dialogar, pero también a volver a las calles si es necesario”, afirmó uno de los participantes en el paro.
