En su mensaje de Navidad 2025, titulado “Brotará un renuevo del tronco de Jesé”, el arzobispo de San Pedro Sula, monseñor Michael Lenihan, exhortó a la fe, la prudencia y a la construcción de una sociedad más justa, en paz y en fraternidad, inspirada en el mensaje cristiano del nacimiento de Jesús.
En ese contexto, y durante una conferencia de prensa, el prelado hizo un enérgico llamado a la clase política, a las instituciones del Estado y al pueblo hondureño a preservar la paz, fortalecer el diálogo y respetar la democracia, en medio de la crisis postelectoral que atraviesa el país.
El líder de la Iglesia Católica subrayó que la paz es un don de Dios que no debe ser arrebatado por intereses particulares ni luchas de poder. “La paz comienza en el corazón de cada persona, se refleja en las familias y debe extenderse a toda la nación. Es una paz que se construye día a día con paciencia, amor y mucho esfuerzo”, expresó Lenihan.
En su mensaje, el arzobispo fue crítico con la forma en que algunos actores políticos conciben el ejercicio del poder. A su juicio, la política debe entenderse como un servicio y no como una lucha para imponerse a cualquier costo.
“Un político no debería buscar el poder por el poder mismo, sino un cargo para servir al pueblo hondureño con humildad y amor. Lo que vemos muchas veces es orgullo y una lucha de poder que daña al país”, lamentó.
Respecto a la situación del Consejo Nacional Electoral (CNE), monseñor Lenihan expresó su reconocimiento a los consejeros por el trabajo realizado en un contexto marcado por presiones, amenazas y dificultades. En particular, destacó la valentía y compromiso de quienes han permanecido firmes en el cumplimiento de su deber.
Asimismo, señaló que, según la información pública disponible, la declaratoria oficial de elecciones podría realizarse aun sin la firma de los tres consejeros, insistiendo en que lo prioritario es superar la incertidumbre política y avanzar hacia la estabilidad institucional.
“Honduras necesita salir de esta crisis, dejar atrás la confrontación y avanzar, el país necesita tranquilidad, especialmente en estas fechas, para que las familias puedan vivir una Navidad en paz”, afirmó el arzobispo.
Desde la postura de la Iglesia Católica, Lenihan reiteró su respaldo a la democracia y recordó que las caminatas y jornadas de oración realizadas en meses anteriores por diversas iglesias tuvieron como único objetivo orar por la paz, la unidad y el respeto al proceso democrático. Aseguró que dichas manifestaciones fueron malinterpretadas por algunos sectores políticos, pero negó que existiera alguna intención partidaria o de confrontación.
“La Iglesia no camina contra nadie, caminamos por Honduras, por la democracia y por la paz. Oramos por los políticos, por el país y por un proceso electoral transparente”, enfatizó, al tiempo que recordó que el Evangelio habla de la paz para los hombres y mujeres de buena voluntad, los cuales dijo, aún existen en Honduras.
En relación con los líderes políticos que han expresado su negativa a firmar la declaratoria electoral, el arzobispo hizo un llamado directo a respetar la voluntad soberana del pueblo expresada en las urnas. “Si hay un ganador, debe respetarse. No podemos seguir prolongando la incertidumbre, por amor a Honduras, hagamos las cosas bien”, exhortó.
Sobre el nuevo gobierno que asumirá la conducción del país, Lenihan señaló que enfrenta enormes desafíos sociales y económicos. Mencionó como prioridades la lucha contra la pobreza, la migración forzada, la inseguridad, el alto costo de la vida, la falta de empleo digno y la corrupción.
También destacó la necesidad de garantizar vivienda, salud, educación, salarios justos y acceso a la canasta básica para que la población viva con dignidad.
El arzobispo también se refirió al papel de las Fuerzas Armadas, recordando que su misión es apolítica y constitucional. “El Ejército debe cumplir su tarea de defender la soberanía, mantener la paz y actuar conforme a la ley, sin favorecer a ningún partido político”, señaló.
En cuanto a las acciones adoptadas por Estados Unidos contra algunos políticos hondureños, Lenihan manifestó que se trata de decisiones soberanas de ese país, aunque insistió en que Honduras debe fortalecer su institucionalidad y ser capaz de resolver sus propios conflictos sin interferencias externas.
Finalmente, monseñor Michael Lenihan envió un mensaje a las autoridades salientes y entrantes. Agradeció a la presidenta Xiomara Castro por los proyectos y acciones positivas realizadas durante su gestión, reconociendo que no todo ha sido negativo, e instó a los líderes políticos, incluyendo al expresidente Manuel Zelaya, a reflexionar, rectificar errores y trabajar por el bien común.
El arzobispo reafirmó que la Iglesia Católica, junto a otras iglesias, continuará acompañando al pueblo hondureño, promoviendo la paz, el diálogo, la justicia y el respeto a la democracia como pilares fundamentales para construir un país más justo y unido.
Lenihan subrayó que el mensaje cristiano de la Navidad invita a dejar atrás la violencia, el rencor y la tristeza, para dar paso a la luz, la gracia, el amor, la paz y la alegría. En ese sentido, llamó a las familias y a la sociedad hondureña a permitir que Cristo reine en sus vidas, promoviendo una nación más armoniosa, solidaria y fraterna.
Asimismo, el arzobispo destaca la Navidad como el misterio gozoso de Dios hecho hombre y un llamado a la humildad para acoger este acontecimiento con fe. Según expresó, contemplar el nacimiento de Jesús debe impulsar a la sociedad a transitar de la oscuridad a la luz y de la violencia a la paz.
Monseñor Lenihan concluyó su mensaje deseando una Feliz Navidad a todo el pueblo hondureño, animando a vivir estas fiestas con esperanza, alegría y compromiso cristiano.