En el porche de la casa de José Trinidad Gutiérrez Fernández (de 80 años) convergen los recuerdos con una fuerza de trabajo inquebrantable y las metas que anhela cumplir pronto.
Según el INE, en la ciudad viven más de 23,000 adultos mayores de 70 años, y cada vez más, muchos desafían los preceptos sociales y disfrutan la vejez.
Al estar desempleado hace cinco años, don José se las ingenió para construir una máquina que corta tubos industriales en hierro galvanizado para convertirlos en chuzos, un instrumento de muestreo de sacos de café.
Parte importante de su vida laboral la pasó en organizaciones gremiales cafetaleras, hasta que en 2014 un despido lo obligó a afrontar una nueva etapa.
De su experiencia, sabe lo importante que es el muestreo de sacos cafetaleros para los beneficios. El chuzo o calador se utiliza para obtener una muestra de los granos embolsados.Este procedimiento es fundamental para garantizar la calidad del grano aromático.
Espera que las ganancias de los chuzos para café le permitan reparar tanto la motocicleta como su Volkswagen de 1964
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En su adolescencia, cuando estudiaba en La Salle, se propuso, a cómo diera lugar, construir una motocicleta. “En aquellos tiempos (1958) era más fácil conseguir hierro”, recuerda.Soldó la estructura y consiguió las piezas entre bicicletas y motos viejas. La persistencia mostrada sorprendió a su padre, quien le regaló el motor para echar a andar el vehículo.
“Mi motocicleta era especial, porque la hice a mi gusto. El sistema de amortiguación adelante y atrás. No es una bicicleta común y corriente, era una moto hecha en Honduras”, dice.
La máquina para cortar tubos que luego convierte en chuzos la hizo luego de ser despedido hace cinco años.
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“Quiero arreglarla para volverla a usar; y si me la quieren comprar, la vendo. Sé que hay mucha gente que le interesa algo así”, refiere don José.
También en el garaje está el Volkswagen, modelo Variant 1964, con el que reemplazó a la motocicleta a mediados de los 70.
Gutiérrez espera que la fabricación de chuzos le genere ingresos para reparar los dos vehículos, pero sobre todo que le permitan seguir trabajando.Desde el balancín del patio, piensa qué construirá después.