San Pedro Sula
Wilmer Pereira se levanta todos los días a las 3:00 am y una hora después sale apurado para su trabajo.
Su prisa no es porque tenga un horario de madrugada, sino porque busca evitar quedar atrapado en un tráfico caótico en una carretera llena de baches.
La odisea comienza desde que sale de su vivienda y toma el tramo de la carretera desde Jucutuma hasta llegar a San Pedro Sula.
El puente número uno será entregado a finales de este mes, pero hace falta un puente más en el mismo punto, otro en La Pedroza y el bulevar.
Son apenas ocho kilómetros, pero están llenos de baches y congestionamiento. Muchos vecinos hacen las de Wilmer, madrugan para evitar el trancón, pero muchas veces no lo logran.
“Como pobladores de Bosques de Jucutuma ya llevamos años de sufrir un desgaste físico, mental y económico por el mal estado de la calle”, asegura.
Pereira sigue contando su odisea afirmando que muchos vecinos madrugan para poder llegar a las 8:00 am a sus trabajos, y lo peor es que para retornar es la misma historia, con suerte llegan a las 9:00 pm a sus casas.
El retraso no solo es por el paso provisional en el puente que está en construcción, sino el pésimo estado de la carretera.
“El rendimiento escolar de los niños es bajo porque llegan agotados, sin energía, porque madrugan demasiado para llegar a la escuela.
Mire, nosotros estamos fregados, porque se nos va el combustible en ese tráfico y la verdad gastamos demasiado, y de remate los repuestos de los carros bien caros y a cada rato se daña que la suspensión, la dirección y un montón de cosas”, lamenta el vecino.
Pereira explica que agradecen que se esté construyendo el puente número 1 en ese sector, pero les preocupa no tener claridad con la construcción del puente dos, el puente pequeño que está después de La Pedroza y los cuatro carriles del bulevar.
“El vado es parte de un problema, pero el puente no viene a solucionar del todo”, dice.
“Pedimos al Gobierno actual y la alcaldía una solución inmediata, ya que los sampedranos pagamos demasiados impuestos, impuestos que están destinados en obras de infraestructura, y para que lo que recaudan no va de acuerdo en relación con lo que recibimos”, lamenta.
Mientras que Milixa Sabillón dice que el calvario lo sufren más de 20,000 familias del sector Jucutuma, que comprende colonias como Nueva Inversión, Flor de Cuba, Manuel Pedroza, Sitradima, Bosques de Jucutuma 1, 2 y 3, Santa Fe, Real del Campo 2, San José de Boquerón, entre otras.
“Los embotellamientos se generan a diario y nos consume hasta cuatro horas del día tanto en la carretera hacia Jucutuma en la mañana y en la noche”, asegura.
El problema del embotellamiento en la zona es grande porque es la única ruta de salida mas viable que tenemos. “Las rutas alternas y atajos, las calles están totalmente intransitables por el mal clima, inseguridad y la falta de mantenimiento por parte de los entes encargados”.
La solución a este problema va más allá de construir un solo puente, comenta la pobladora. “No solo es el tráfico de vehículos de las comunidades que conforman el sector, sino que también está el transporte pesado”, puntualiza.