La temporada festiva de 2025 llega con una paleta que combina brillo, sobriedad y un punto de fantasía invernal. Las tendencias en maquillaje para estas fechas apuestan por la luminosidad controlada, los tonos metálicos suaves y la recuperación de clásicos reinterpretados, desde el rojo brillante hasta los matices vino.
Anatomía del “glacial look”. La tendencia más comentada es el llamado “glacial look”, un maquillaje que se inspira en el brillo helado de la estación. La piel se trabaja con texturas ligeras, bases apenas perceptibles y un acabado jugoso que recuerda al cristal empañado.
La hidratación previa es esencial para lograr un efecto luminoso pero natural. Esta propuesta prescinde de los excesos y reivindica la luz estratégica: pómulos, puente de la nariz y lagrimal se iluminan con sutileza, creando un aura fría y nítida.
En los ojos, los plateados recuperan protagonismo, acompañados de azules hielo y blancos perlados. Son tonos que, lejos de resultar estridentes, aportan sofisticación y un aire futurista. El delineado plateado surge como detalle estrella, una línea fina que recorre el párpado superior o que se concentra en el lagrimal para aportar claridad instantánea. Los labios del “glacial look” se mantienen en rosa frío o nude suavizado, de forma que la atención se desplace hacia la luz del rostro y el trabajo de la mirada.
Clásicos reformulados e infalibles. Pero la Navidad también es territorio de clásicos, y este año regresan actualizados. El rojo continúa siendo el tono estrella, aunque con acabados diferentes: lacado, satinado o ligeramente brillante. Lejos de los mates intensos de temporadas pasadas, la tendencia se decanta por texturas más vivas, capaces de captar la luz sin saturar.
En paralelo, los tonos vino consolidan su presencia como alternativa sofisticada. Cerezas profundas, borgoñas y ciruelas estructuran un perfil más invernal, especialmente favorecedor en pieles frías, una propuesta que sugiere la firma Prada para esta Navidad.
“Comienza utilizando la paleta de sombras Prada Dimensions Holo Nude aplicando la sombra central a lo largo del párpado móvil superior. A continuación, aplica la sombra mate más oscura en la cresta del párpado y en la línea inferior de las pestañas, difuminándola hacia la esquina del exterior del ojo”, señalan desde la firma.
El equilibrio resulta clave en estas propuestas. Si los labios adquieren protagonismo, los ojos se suavizan con sombras neutras o metálicos discretos, y el delineado se mantiene fino y preciso, evitando competir con la intensidad del labial. Esta dualidad de labios rotundos y mirada contenida define uno de los grandes códigos de la temporada.
En el terreno de los ojos intensos, el “smokey eye” reaparece reinterpretado. Las sombras metálicas sustituyen al negro absoluto y los tonos joya irrumpen con fuerza: esmeraldas profundas, vinos satinados y berenjenas luminosas. Son colores que aportan profundidad sin perder elegancia. La clave está en difuminar de manera impecable y trabajar el párpado móvil con pigmentos que capten la luz sin generar efecto espejo.
El “glitter” se reserva para detalles pequeños. Ya no cubre todo el párpado, sino que se aplica en puntos concretos: un destello en el centro del ojo, un acento en el lagrimal o un toque sobre una sombra metálica para realzarla. Esta contención permite jugar con brillos sin caer en excesos típicamente festivos. Las cejas mantienen un diseño natural, peinadas hacia arriba y fijadas con gel transparente. La estructura del rostro se completa con colorete y bronceador difuminados en la técnica conocida como “blonzing”, un híbrido que aporta calidez al pómulo sin marcar contornos severos.