“El mensaje que me dejó es que siempre hay que pedir ayuda”, compartió Gabriela Martínez, estudiante de Diseño Gráfico, tras leer el quinto fascículo de Mente Sana durante una jornada en la que hablar de miedos, emociones y esperanza fue la tarea principal.
Esa frase, pequeña, pero poderosa, resume el impacto que generó la visita del proyecto de Diario La Prensa al Centro Técnico Municipal Sampedrano Americano, donde los jóvenes aprendieron que cuidar su salud mental también es un acto de valentía.
Entre risas, dinámicas y reflexiones, los estudiantes comprendieron que la salud mental no es un tema ajeno, que el bienestar emocional se construye en equipo, y que, aunque a veces duela, hablar ayuda a sanar.La dirección del programa estuvo a cargo del máster Josías Guzmán, director de la carrera de Psicología de la Universidad Tecnológica de Honduras (UTH), quien con su entusiasmo y enfoque cercano rompió la barrera del silencio que a menudo rodea a los temas emocionales.
La actividad, que forma parte de la gira del proyecto Mente Sana por los centros educativos pilotos de esta segunda edición, transformó uno de los talleres de máquinas en un espacio de encuentro humano.
Durante la jornada, la psicóloga Claudia Avilés presentó el quinto fascículo de Mente Sana, que a través de la historia de Marlon y su madre Cinthia aborda el trastorno de estrés postraumático y cómo este también afecta a los niños y adolescentes.
A medida que la lectura avanzaba, algunos jóvenes se mostraron reflexivos, otros intercambiaron miradas y en el lugar comenzó a crecer un sentimiento colectivo de empatía.
“Es una oportunidad muy bonita porque cada fascículo habla de temas diferentes y relevantes, como el ciberacoso y el estrés postraumático, que se puede producir por la separación de nuestros padres, la muerte de un ser querido e incluso la de una mascota”, dijo Gabriela.
La joven compartió que otro aspecto que le llamó la atención del fascículo es que incluye contactos de instituciones que brindan apoyo psicológico como el Teléfono de La Esperanza.
Mientras que Josué García, también alumno de Diseño Gráfico, destacó que el proyecto les permitió ponerle nombre a lo que muchas veces sienten.
“Estamos en una edad donde podemos sufrir ansiedad, depresión y estrés. Gracias a este programa podemos aprender a gestionar nuestras emociones. Esperamos que este proyecto llegue a muchos jóvenes de nuestro país y que pueda servirles como a nosotros”, expresó.
Para el director del centro, Adán Nieto, la visita fue una experiencia transformadora. “Esto potencia las competencias sociohumanas de los jóvenes. Los temas que abordan son reales, los vemos todos los días en las aulas”, indicó.
Agregó que los fascículos son ilustrativos, atractivos y útiles, convirtiéndose en un brazo de apoyo para la labor educativa. “Seguro más de uno se vio reflejado en esas páginas”, apuntó.
Detrás de cada juego y cada historia hay un propósito: romper el estigma y enseñar que la salud mental es fundamental para el bienestar integral, y no consiste en evitar el sufrimiento, sino en reconocer las emociones, validarlas y aprender a gestionarlas.
Para ello, el proyecto Mente Sana cuenta con el apoyo de aliados como UTH, Fundación Diunsa, Supermercados Colonial, Dibisa y World Vision, que acompañaron la visita del viernes.
El máster Josías Guzmán subrayó que el éxito de Mente Sana radica precisamente en su capacidad de llegar al corazón de los jóvenes, hablar su lenguaje y convertir la salud mental en un tema cotidiano, sin juicios ni tabúes.
Al final de la jornada, los aplausos y sonrisas dieron paso a una reflexión colectiva: la salud mental es parte esencial de la vida, y cada persona, sus emociones e historias, importan.
El proyecto Mente Sana de Diario La Prensa continuará su recorrido por las aulas esta semana, llevando una semilla de esperanza, recordando que cuidar la mente es un acto de amor propio y que, con apoyo y empatía, las heridas pueden sanar.