En un ambiente de festividad, lleno de rostros alegres y muchas sonrisas, 719 parejas unieron sus vidas delante de la presencia de Dios el pasado fin de semana, durante la celebración de las tan esperadas “Bodas de Canaán”.
La ceremonia masiva se inició a las 4:00 pm. En las instalaciones del Ministerio Internacional La Cosecha, con la entrada de las autoridades municipales y eclesiásticas que conformaban la mesa principal.
Para saber
El alcalde Roberto Contreras informó que la meta para 2023 es que más de mil parejas puedan unirse en matrimonio.
Desde el portón hasta la entrada del templo se podía observar a muchas novias vestidas de blanco, portando su ramo de flores y usando coronas.
Mientras que sus parejas vestían con pantalones de tela y camisas formales, algunos incluso usaban saco y corbata.
La alegría era notoria, en el cortejo, decenas de niñas con vestidos color crema portaban canastas con flores . A su lado, los niños, que usaban pantalones color negro y camisas blancas, llevaban una Biblia en sus manos, representando a la Palabra de Dios como una guía dentro del matrimonio.
Emotividad
La artista hondureña Laura Recinos interpretaba la alabanza “Aleluya” en el altar cuando las parejas comenzaron a ingresar a la iglesia, donde sus familiares e invitados especiales los esperaban, listos con sus cámaras para captar el memorable momento.
Por su parte, los cadetes del Liceo Militar del Norte formaban una valla en el interior del recinto para que los novios pasaran por ella en su camino hacia el altar.
Luis Alfredo Alfaro y Nohemí López fueron la primera pareja en contraer matrimonio civil en las “Bodas de Canaán”, y ayer ambos representaron simbólicamente en el altar a las otras 718 parejas.
Durante su discurso, el alcalde sampedrano Roberto Contreras destacó que esta iniciativa nació con el propósito de fortalecer a las familias como el pilar de la sociedad.
En la iglesia se podía ver a parejas jóvenes que tomaron la decisión de dar el siguiente paso luego de una relación de noviazgo, así como adultos mayores que por diversas circunstancias no habían podido casarse.
Marta Sarabia (de 72 años) y su esposo Juan Ángel Castellanos (de 73) fueron de los primeros en entrar al templo, tomados de la mano y contentos de poder unir sus vidas ante Dios.
En tanto, Sarahí Hernández (de 22 años) y Juan Antonio Zelaya (de 27) compartieron con Diario LA PRENSA que se conocieron cuando eran niños y que hace siete años decidieron vivir juntos, pero no habían tenido la oportunidad de casarse.
La pareja contó con alegría que tienen un hijo y que otro bebé viene en camino, por lo que consideran que han sido “muy bendecidos”.
