Inteligencia militar identifica a colectivos de Libre en Cortés
Un grupo de militares adversos a Hernández ya tiene identificados estos grupos en la capital y en Cortés. Una de las fuentes señaló a un coronel de haber entrenado a miembros de los colectivos
- 17 de noviembre de 2025 a las 11:08 /
Los líderes de los colectivos de Libertad y Refundación (Libre) que amenazan con realizar caos en las elecciones generales están identificados por un grupo de inteligencia de las Fuerzas Armadas que adversan al jefe militar, Roosevelt Hernández.
Se trata de 28 colectivos que operan, principalmente, en el el Distrito Central, donde está la capital de Honduras, pero también hay dos grupos en el departamento de Cortés.
Uno de los militares que participa en el seguimiento de estos grupos anárquicos de Libre afirmó que un grupo de San Pedro Sula, en Cortés, es manejado por dos hombres y una mujer. Además, otro colectivo se organizó en La Lima, pero está encabezado por dos militantes que residen en el Distrito Central.
En el Distrito central operan 28 colectivos en el mismo número de territorios. Cada uno tiene una área de dominio: el colectivo de La Pradera agrupa a militantes de Las Torres, Flor del Campo, Luis A. Zúniga, La Cantera, La Merrian, Modesto Rodas, El Edén, Los Olmos, Villa Nelita, Inestroza, Nuevas Delicias, Génesis y Santa Bárbara.
En cambio, el colectivo de El Pedregal tiene influencia en San José de la Vega, Kuwait, Monte Sinaí, Nora de Melgar, San José de la Peña y La Peña de Abajo.
En el perfilamiento de los líderes y de más de un centenar de miembros de los colectivos hay información sobre sus nombres, lugar de residencia y operación, antecedentes penales e incluso su núcleo familiar. Sin embargo, este rotativo se reserva su publicación.
Estas agrupaciones, caracterizadas por sus acciones violentas, en ambas ciudades del país son coordinadas por un dirigente en la colonia Villa Nueva de la capital.
Este dirigente responde a “las directrices de Manuel Zelaya, coordinador de Libre, así como a otros miembros del partido”, indican los reportes.
“El verdadero cabecilla de estos colectivos es (se omite su identidad), quien tiene denuncias por violencia doméstica; no es Melvin Ceballos, a este solo lo ponen para que dé la cara. Ceballos era una persona que sacaba arena en el río, muy pobre, y ahora tiene su residencia en un barrio capitalino”, dijo uno de los militares que participa en los seguimientos.
Para Gilberto Ríos, reconocido dirigente de Libre, los colectivos son estructuras operativas conformadas por personas de las organizaciones de base que se han coordinado a lo largo de los últimos 16 años.
Afirmó que la misión de los colectivos para las elecciones del 30 de noviembre es resguardar las Juntas Receptoras de Votos (JRV), así como brindar apoyo logístico en la capital y a nivel nacional.
También deben "concentrar todas las actas, conservarlas y tratar de transmitirlas por medios digitales a los centros de acopio del partido”, aseguró Ríos. Según él, la labor de los colectivos es completamente electoral, pues "las reacciones populares se han dado cuando ha habido fraudes electorales, asesinatos de compañeros o persecución política”.
Fueron entrenados
Mientras Ríos defiende que la labor de los colectivos es meramente electoral, fuentes consultadas dijeron que podrían tener un papel conflictivo durante las votaciones del 30 de noviembre.
Dentro de las Fuerzas Armadas hay dos facciones, una que sigue la línea del jefe militar Hernández y otro que lo adversan. Esta facción, desde 2022, le da seguimiento a la facción anárquica de Libre.
Uno de estos oficiales señaló al coronel Alan Barahona Rosales, conocido como “Chóngolo”, como responsable de haber entrenado a miembros de estos grupos violentos. Barahona Rosales fue edecán de Manuel Zelaya Rosales cuando este fue presidente (2006-2009).
Además, su nombre aparece en el informe de una comisión del Ejército que investigó la responsabilidad de militares en el boicot al proceso electoral primario del 9 de marzo de 2025.
Barahona Rosales es considerado uno de los responsables del intento de sabotaje; sin embargo, el alto mando no lo castigó y actualmente continúa como comandante del Primer Batallón de Infantería.
Hay otra facción de oficiales activos de alto rango que no comparten la politización del ente militar y que, en silencio, trabajan en la identificación de amenazas e intentos de obstrucción de las próximas elecciones, mostrando su compromiso constitucional de hacer prevalecer la alternabilidad en el ejercicio de la presidencia de la República.
Para el general en retiro Luis Alonso Maldonado Galeas, tanto la Policía como las Fuerzas Armadas deben tener una estrategia para evitar que grupos anárquicos intenten sabotear las elecciones y manipular los resultados este próximo domingo 30 de noviembre.
El mayor papel disuasivo a nivel nacional recae en la Policía y, en menor capacidad, en las Fuerzas Armadas, porque seguramente un 80% de sus efectivos estarán empeñados en garantizar el proceso electoral.
“Así que esto va a depender del sistema de inteligencia de las Fuerzas Armadas y de la Policía Nacional para identificar los sitios de acción y, en razón de ello, tener una respuesta para controlar cualquier tipo de manifestaciones”, explicó el oficial en condición de retiro.