Tras 40 años en papel, la represa El Tablón está a 22 días de su esperado inicio

Con la cuenta regresiva en marcha para colocar, este 1 de octubre , la simbólica primera piedra de la represa El Tablón , dos municipios simbolizan las dos caras de la moneda en torno a un proyecto ansiado por unos y odiado por otros: La Lima y Quimistán.

Aguas arriba, en Quimistán , el proyecto sigue siendo rechazado y agotan todas las instancias legales para frenarlo, o definitivamente, hacer que nunca se construya.

Aguas abajo, en La Lima sus pobladores ya se atreven a soñar con cómo será vivir sin el miedo a ser arrollados por las aguas del río Chamelecón cada temporada lluviosa

La Lima tiene años viviendo a merced del río que atraviesa de sur a norte el municipio.

En 1902, con la llegada de la Tela Railroad Company (subsidiaria de la United Fruit Company, hoy Chiquita Brands), se construyó el primer campamento bananero y un centro de operaciones ferroviarias, que años más tarde vio nacer todo un conglomerado que vivía de la tierra y del banano.

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Era el comienzo de una vida de bonanza y apogeo que decayó ocho décadas más tarde a causa de la diversificación económica de Honduras (maquila, comercio), enfermedades en las plantaciones (como el mal de Panamá, que arrasó con algunas variedades de banano) y el auge de nuevas ciudades industriales, como San Pedro Sula, que absorbieron mano de obra.

Esa partida de la United Fruit Company, hizo que el mantenimiento de bordos de canales de alivio y el propio río decayeran aflorando la vulnerabilidad que persiste hoy en día en todo el municipio.

Con esa realidad, y tras casi cinco décadas viviendo de llena en llena, en La Lima apuestan todo en favor de la represa El Tablón, como proyecto clave para reducir vulnerabilidad e impulsar desarrollo.

Para el municipio más vulnerable de los cinco por donde pasa el río Chamelecón a su paso por Cortés, la represa El Tablón representa “un proyecto de vida” que podría marcar un antes y un después en la historia de sus habitante, aseguró Delmys Cardona, coordinador del Comité de Emergencia Municipal (Codem) de La Lima.

Él destacó la importancia de la obra no solo para reducir el impacto de las inundaciones, sino también como motor de desarrollo económico y social en el valle de Sula.

Cardona recordó que, tras la devastación provocada por las tormentas Eta y Iota, La Lima quedó más expuesta que nunca a los desbordamientos del río Chamelecón.

Con la represa, explicó, no se evitarán del todo las inundaciones, pero sí se disminuirán significativamente sus efectos, permitiendo recuperar tierras para la agricultura, la industria y el crecimiento urbano.

“El proyecto ya cuenta con financiamiento del Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE) y creemos que esta vez sí se ejecutará, porque existe voluntad política y socialización a nivel del valle de Sula”, expresó el coordinador del Codem.

Para La Lima, señaló, la represa será la oportunidad de volver a ser un polo de desarrollo industrial y urbano, como lo fue en tiempos del auge bananero.

Cardona enfatizó que el proyecto contempla medidas complementarias como bordos reforzados, dragado de ríos, construcción de canales y programas de indemnización justos para las familias que resulten afectadas en Quimistán, donde se ubicaría el embalse.

“Es un proyecto de ganar-ganar, no solo para La Lima, sino para todo el país, porque aquí se genera más del 40% de la economía nacional”, afirmó.Adelantó que con la cercanía del inicio de las obras, aguas abajo no se quedarán de brazos cruzados y manifestarán de forma unánime el respaldo al proyecto.

Debido a que el reloj avanza, en Quimistán, el Comité de Defensa de los Bienes Comunes del Valle de Quimistán está a la espera de que la Sala Constitucional de la Corte Suprema de Justicia emita una resolución.

Adalid Martínez Perdomo, secretario del Comité, informó que la semana pasada una comisión se trasladó a Tegucigalpa para presentar dos acciones legales: un “pronto despacho” ante la Sala de lo Constitucional para exigir la resolución del recurso de amparo interpuesto, y una denuncia en el Ministerio Público contra dos oficiales de la Policía Nacional.

Se trata del comisario Dani Rodríguez y el subcomisario Cortés por abuso de autoridad y lesiones durante el desalojo del 21 de julio de 2025, con fundamento en la Constitución, el Código Penal y tratados.

Perdomo también aseguró que formalizaron una denuncia contra la Enee, empresa que dirige el ministro Erick Tejada De acuerdo con el dirigente, la denuncia se fundamenta en que el proyecto se impulsa sin haber cumplido con requisitos como el estudio de impacto ambiental, la consulta libre, previa e informada a las comunidades y la debida socialización.

Consultado sobre el anuncio oficial de colocar la primera piedra el próximo 1 de octubre, Perdomo también prolífico escritos e historiador que escribe un libro sobre Quimistán, afirmó que se trata de un acto “eminentemente político y social”, sin implicar que la construcción inicie de inmediato.

“Aquí en Quimistán se colocó hace dos años la primera piedra de un edificio del Registro Nacional de las Personas y hasta hoy no se ha puesto la segunda”, ironizó.

Explicó que, aunque existan avances administrativos, si la Corte Suprema resuelve que el proyecto es improcedente, “tendrá que detenerse de inmediato”.

Según dijo, esperan que la resolución llegue en el transcurso de este mes, luego de que el presidente de la Sala Constitucional les asegurara que el caso estaba en revisión para ser llevado a sesión plenaria.Mientras tanto, la comunidad permanece en alerta. Han programado nuevas acciones de protesta.

“La gente nos está diciendo que si bajamos la guardia, nos imponen la represa. Por eso debemos seguir haciendo ruido”, enfatizó el líder.

Durante unas de sus visitas a La Lima para socializar El Tablón, el ministro de Energía y gerente de la Empresa Nacional de Energía Eléctrica (Enee) afirmó que nunca antes El Tablón había estado más cerca de construirse en 40 años que se habla de la obra.

Afirmó que tras la presentación de ofertas de las tres empresas que participaron en la licitación, viene la revisión de ofertas, adjudicación y firma del contrato. La obra tardará cuatro años en construirse.

Sobre el reasentamiento e indeminización de familias y propiedades afectadas por el embalse, justo en Quimistán, afirmó que ya eso ya quedó formulado por la firma Lombardi, consultor que actualizó los estudios.

“Hay más de 100 millones de dólares, eso son más de 2,500 millones de lempiras para ese reasentamiento, y que además hay presencia de la Unión Europea y del BCIE en la metodología. O sea, es una metodología con estándar internacional que la vamos a hacer transparente.

A veces hay ruido, hay mucha gente que tiene temor por lo que sucedió un poco con Patuca tres, que recuerde que ese proceso de indemnizaciones prácticamente nosotros llegamos en 2022 y todavía había conflicto. Estamos garantizando a la gente que hay una metodología con estándar internacional que vamos a aplicar y una empresa extranjera, que es la que va a hacer el procedimiento”.

Afirmó que los planes para empezar la obra el 1 de octubre se mantienen mientras no haya una sentencia firme.