Carlos Madero, ministro de Trabajo, afirmó que con la Ley de Auxilio para los sectores productivos y los trabajadores, aprobada la semana pasada por el Congreso Nacional, se pretende salvar no menos de 450,000 empleos en el país, los que están amenazados por la pandemia del coronavirus.
Madero reconoció que se está entre un balance que implica combatir la pandemia y enfrentar el problema económico que esta genera. “La única forma de hacer frente al coronavirus es quedándose en casa, significa que las empresas no puedan funcionar, igual el sistema productivo, con repercusiones en el tema económico”, expuso.
Refirió que hasta ahora quizá hay unas 25,000 personas que han entrado en proceso de suspensión y posiblemente se vaya incrementando en el transcurso de los días, aunque se espera que eso tenga cierto alivio.
Madero recordó que el jueves anterior el Congreso, a propuesta del Ejecutivo, aprobó la Ley de Auxilio que favorece o concede dos vías a las empresas: la primera es que “prorroga los impuestos y da auxilio en temas tributarios para aquellos que ocupaban pagar sus declaraciones de impuestos”. De ese modo, explicó que “el Estado permite que las empresas no hagan sus contribuciones y sí puedan cancelar salarios a los trabajadores, porque se necesita que en estos momentos ellos permanezcan en casa”.
“Lo que se pretende es que las micro, pequeñas y medianas empresas no despidan a sus trabajadores”, aseguró Madero.
Según Madero, el pago que se suspende es el de la liquidación del Impuesto Sobre la Renta correspondiente a 2019.
El alivio
Por otro lado, el titular de Trabajo dijo que si las empresas se vieran en la necesidad extrema de suspender a un trabajador, “entonces hay un alivio que establece la ley, que es un alivio solidario, que va consistir en 6,000 lempiras y esto comprende a los trabajadores que aportan al Régimen de Aportaciones Privadas ( RAP) y al sector de la maquila”.Esa cantidad de 6,000 lempiras mensuales, explicó el funcionario, se entregará de manera mensual y se espera que por uno o dos meses “para que el trabajador tenga un alivio y no quede sin nada, por así decirlo”.
Este alivio se dará por medio del Gobierno, el RAP y la empresa, y en el caso de la maquila por parte de los empresarios y el Gobierno. Madero afirmó que es un proceso que debe realizar la empresa porque el primer paso depende de la que quiere acogerse a la ley, “que quiere ser solidaria con sus trabajadores, que no los quiere dejar solos y quiere compartir parte del sacrificio”.
Carlos Madero, secretario de Trabajo
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Madero aclaró que “la cantidad no es un salario, sino un alivio mientras pasa el período de emergencia del coronavirus, buscando favorecer a no menos de 450,000 trabajadores formales”.
Explicó que hay algunos sectores que no aplican porque están entrando en un proceso de reactivación económica, como la agroindustria, los que venden alimentos o los que producen fármacos, porque han estado en operaciones durante la emergencia.
Suspensiones no pueden pasar de 120 días
Madero advirtió a las empresas que, según el artículo 100 del Código de Trabajo, pueden invocar una suspensión, pero no puede durar más de 120 días, unos cuatro meses, “esperamos que nosotros no lleguemos a cuatro meses con esta emergencia”.Para Madero, sin la aprobación de la Ley de Auxilio para los sectores productivos y trabajadores, las empresas pudieron acogerse a las suspensiones y el trabajador se pudo quedar sin respaldo económico, pero eso no significa que ha perdido su empleo, ya que su contrato fue suspendido, pero no cancelado.
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Con la nueva Ley de Auxilio, explicó, el trabajador, aunque no pase por un proceso de suspenso, podrá tener un ingreso solidario de 6,000 lempiras. Madero dijo que no se sabe hasta cuánto crecerá la tasa de desempleo: “Queremos ser responsables y sí habrá desempleo, sí va a existir y lo que estamos haciendo es que estamos trabajando para que no sea en las dimensiones tan grandes y que la economía se vea totalmente fracturada”.
“Aún es temprano para definir o hablar de cifras porque aún hay empresas que hacen esfuerzos por mantener sus planillas y debemos estar conscientes de que este es el problema más grande en la historia de Honduras”, manifestó, porque “tiene que ver con salud y con la economía”.
Una crisis manejable
El funcionario reconoció que el coronavirus determinará un nuevo orden mundial de la economía, pues “todos los países afrontan dificultades, desde el más grande hasta el más pequeño, y Honduras está en el último grupo, pero trabajamos para buscar salidas y para que sea una crisis manejable”.También aceptó que dos sectores van a ser muy afectados, el turismo y el maquilador, pero por eso se trata de estructurar mecanismos para preservar empleos, buscando que el empresario o las empresas tengan dos caminos que poder tomar antes de que se cancele un puesto de trabajo.
“Lo peor que nos puede pasar es que cancelen un puesto de trabajo porque resulta muy difícil volverlo a recuperar”, afirmó. Asimismo, dijo que el Gobierno ve con preocupación que la población no obedece las medidas de toque de queda, ni cumple el orden de los grupos que pueden salir, “y eso se refleja en altos índices de contagio y eso por ahora tiene a Cortés y San Pedro Sula como epicentros de los casos de coronavirus”.