La que está promoviendo un grupo de compatriotas, entre quienes se encuentran Flor Alvergue, Ana María Alemán, Adela Méndez, Paola Martínez, Patricia Elvir, Belinda de Fajardo, Patricia Murillo, Hilda Sabillón, Ruth Rápalo, entre las damas; Julio Escoto, Gustavo Larach, Yamal Yibrín, Marco Rietti, Arturo Maradiaga, Óscar Romero, Roberto Zelaya, Darío Euraque (autor de la obra Historia viva de Santiago Cicumba y Cerro Palenque), Arnulfo Aguilar, Armando García, entre los caballeros.
Sus reuniones de trabajo han sido respaldadas por las autoridades municipales de San Manuel, La Lima, El Progreso, y por pobladores de esas localidades. El cambio de nombre del Bulevar del Este, en San Pedro Sula por el de Cicumba, es un primer intento, para posteriormente designar al departamento de Cortés por Cicumba.
En el suroccidente hondureño, una unidad territorial y administrativa fue bautizada con el nombre de Lempira, lo que resulta un precedente a tomar en cuenta. Nuestra unidad monetaria, a diferencia de otros países, latinoamericanos, lleva por nombre Lempira, no la de un conquistador hispano.
Ellas y ellos han concebido la propuesta de rescatar la memoria histórica, la visibilización en el ámbito institucional, cultural y mediático, del primer defensor del valle de Sula, el cacique Cicumba, quien encabezó la resistencia indígena al afán de dominio y control de sus tierras y patrimonios por parte de hombres venidos de allende el Océano Atlántico.
Al igual que ocurrió con el “Señor de la Sierra”, Lempira, algo similar ha sucedido con Cicumba: se llegó a cuestionar la autenticidad de ambos como personajes históricos. Tales dudas quedaron disipadas con la publicación en 1950 del erudito libro La Conquista y Colonización de Honduras (1502-1550) por Robert Chamberlain, escrito basado en fuentes documentales ubicadas en archivos hispanos y guatemaltecos, y que la editorial Erandique ha recientemente traducido a nuestra lengua materna.
El revisionismo historiográfico ha ofrecido una versión distinta a la tradicional: el estudio y valoración de los vencidos, sometidos y conquistados por el expansionismo europeo en distintos continentes. Esta nueva perspectiva contribuye a fortalecer sentimientos de identidad nacional y de pertenencia a lo nuestro a lo largo de nuestro recorrido en el tiempo y el espacio.
Esta iniciativa ciudadana merece el total respaldo del resto de sus compatriotas, por su contenido patriótico.