Un soldado había retornado a casa después de haber luchado en la guerra de Vietnam. Al llegar, él llamó a sus padres desde la ciudad donde desembarcó. “Papá, mamá, estoy de camino a casa, pero quiero pedirles un favor. Tengo un amigo que quiero traer a casa conmigo”. “Claro que sí”, contestaron. “Nos encantaría conocerle”. “Hay algo que deben saber”, su hijo continuó. “Él sufrió muchas heridas en la batalla. Al pisar una mina perdió un brazo y una pierna. No tiene lugar a dónde ir, y quiero que venga a vivir con nosotros”. “Siento lo que le ha pasado, hijo. Quizá podamos ayudarle a encontrar un lugar en el cual vivir”. “No, mamá y papá, quiero que venga a vivir con nosotros”. “Hijo”, dijo el papá, “no sabes lo que estás pidiendo. Alguien con ese tipo de discapacidad sería una carga para nosotros. Tenemos nuestras propias vidas que vivir, y no podemos permitir que una situación así interfiera con ellas. Creo que simplemente debes venir y olvidarte de esa persona. Él encontrará una forma de arreglárselas solo”. En ese momento, el hijo colgó el teléfono. Sus padres no volvieron a saber más de él. Tiempo después, recibieron una llamada de la policía. Su hijo había muerto, al parecer, por una sobredosis de narcóticos. Los padres angustiados volaron a la ciudad donde se encontraban los restos de su hijo. Cuando arribaron fueron conducidos a la morgue de la ciudad para identificar el cuerpo. Lo reconocieron, pero para su horror también descubrieron algo que no sabían: su hijo solamente tenía un brazo y una pierna. En términos generales, a la mayoría de las personas nos resulta fácil querer solo a aquellos que nos agradan, que son como nosotros. Pero no sucede lo mismo con la gente que es diferente a nuestros estándares, preferimos mantenernos alejados de ellas. Ahora bien, la Biblia afirma que Dios ama a todas las personas sin excepción. Incluso indica que, aunque nuestros padres nos abandonen, Él está dispuesto a hacerse cargo nuestro (Salmo 27.10). Ojalá, querido lector, usted pueda disfrutar de ese amor incondicional de Dios.
Un amor incondicional
Los padres angustiados volaron a la ciudad donde se encontraban los restos de su hijo. Cuando arribaron fueron conducidos a la morgue de la ciudad para identificar el cuerpo.
- 22 de agosto de 2025 a las 23:00 -
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