Conozco un gerente que jamás reconocía importancia alguna a sus subalternos. “Para eso les pago, para que hagan el trabajo, y punto”. Pero hubo un hecho que lo desconcertó. Tenía una excelente secretaria. De hecho, era el alma de la oficina. Organizaba su agenda, atendía a sus visitantes, le hacía citas con los clientes y le recordaba sus compromisos, incluso los personales. A cambio nunca recibía comentario alguno de su parte, ni siquiera un “gracias”. Un buen día, renunció. Averiguó la razón por la que deseaba retirarse incluso sin prestaciones. Y para su gran sorpresa se enteró que había aceptado un trabajo con menos remuneración. Le pidió una explicación. Ella le dijo entonces, de frente, lo incómoda que se sentía. Que no era nada grato trabajar tanto, para quien no reconocía nada, nunca. Sentía que esto la estaba anulando y que eso sentía que terminaría afectando su autoestima.
Claro que se enojó. ¿No acaso le pagaba a esa tonta puntualmente cada quincena? Pero no fue fácil sustituirla. Cuando habían pasado cuatro secretarias en dos meses, su socio le pidió que tomara el “Curso Dale Carnegie, no puede ser que todo mundo esté equivocado excepto tú, ¿por qué no reconoces que quizá debes cambiar?”. Lo que lo convenció fue el hecho de que el Sr. Lee Iaccoca, el legendario hombre de negocios que había salvado de la bancarrota a la Chrysler Corporation, hablaba maravillas de este entrenamiento. Asistió y aprendió que es un muy buen negocio hacer que la gente se sienta importante. Quedó sorprendido de lo mucho que se puede ganar reconociendo: “La felicito, ha hecho un buen trabajo”.
El profesor Dale Carnegie escribió en su famoso libro “Como Ganar Amigos”: “Hay una ley de suma importancia en la conducta humana. Si obedecemos esa ley, casi nunca nos veremos en aprietos. Pero en cuanto quebrantemos esa ley nos veremos en interminables dificultades. La ley es esta: trate siempre de que la otra persona se sienta importante. Y hágalo sinceramente”.
LO NEGATIVO: Caer en la pedante forma de pensar que todo mundo carece de importancia.
LO POSITIVO: Admitir que en la familia o en la empresa, la gente es realmente importante.
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