La amistad en la era digital

Y estoy consciente de que la tecnología de la comunicación nos está ayudando. Este artículo lo envío ahora por internet a LA PRENSA, no fue siempre así.

Este pasado sábado estaba comiendo con mi hija Mercy y mi nieta Angélica en un restaurante de comida española, platicábamos muy a gusto porque mi nieta acaba de terminar su internado como doctora, y tenía mucho que contarnos. Pude observar en la mesa contigua, dos hombres y una mujer, supuse que eran amigos, cada uno celular en mano absortos y silenciosos, seguramente leían o contestaban mensajes. Pensé en lo mucho que ha cambiado la amistad en esta era digital. Las mesas se están volviendo silenciosas.

Y estoy consciente de que la tecnología de la comunicación nos está ayudando. Este artículo lo envío ahora por internet a LA PRENSA, no fue siempre así. ¿Recuerda aquellos días aciagos en que la pandemia nos tenía confinados? ¿Cómo reaccionamos? Los clubes rotarios empezaron a reunirse por zoom. La organización Dale Carnegie rápidamente entrena y certifica a los Trainers en 97 países para dictar la versión de los entrenamientos que ellos llevaban 20 años de experiencia dictando online en USA. Todavía hoy dictamos estos famosos entrenamientos presenciales o virtuales a elección de nuestro cliente. Y cada domingo por video en WhatsApp nos reunimos mis hermanos, uno desde Montreal en Canadá, otro desde Tepoztlán en México, y yo en Tegucigalpa, Honduras.

Por otro lado, hay que reconocerlo, los celulares se han convertido en extensiones de las manos y en barreras invisibles. ¿Se ha fijado que en lugar de mirar a los ojos, se miran las pantallas? ¿En vez de escuchar rápidamente se responde con emojis? La inmediatez se impone. Y en ese proceso, la amistad, que requiere tiempo y corazón ha empezado a desvanecerse. Por ejemplo, Samanta cumple años, nadie la llama por teléfono ni toca a su puerta, pero recibe una docena de felicitaciones por Facebook, mensajes en WhatsApp y stickers en Instagram. La sociedad se convierte en una formalidad no en una experiencia viva. Se ha sustituido el abrazo por un like. La amistad presencial podría convertirse en el recuerdo nostálgico de lo que era “antes de los celulares”.

LO NEGATIVO: Si no se revierte la tendencia, estamos en camino de deshumanizar la amistad.

LO POSITIVO: “La amistad aún no muere”, debe ser cultivada, aún podemos elegir mirar a los ojos.

las columnas de LP

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