¡Este mundo maravilloso!

¿Qué lección podemos sacar de este mundo maravilloso? En primer lugar, creo que tener no solo admiración, también un respeto total por las plantas.

¿Sabía usted que en el mundo verde que nos rodea no hay un silencio absoluto? En realidad, hay una sinfonía escondida. Las plantas, esas compañeras que consideramos silenciosas a nuestro alrededor, tienen una forma de “escuchar” el universo. Por supuesto no poseen oídos, pero sí una sensibilidad capaz de captar vibraciones, sonidos y murmullos que nosotros apenas percibimos.

Por ejemplo, cuando una abeja se acerca a una flor. Para nosotros es solo un zumbido, pero para la flor es una llamada, un aviso de que la oportunidad de polinización ha llegado. Y entonces como respuesta a esa vibración aumenta su néctar, se prepara así para recibir a su visitante. Es toda una sorprendente comunicación, una preparación anticipada para esa formidable conexión. En realidad, las plantas siempre están escuchando.

¿Y las abejas que las visitan? ¡Son vitales! Polinizan las plantas en sus visitas, ayudan así a producir flores, frutas y semillas de las que nosotros y muchos animales dependemos para alimentarnos. ¡Y producen la miel que consumimos! Los expertos nos dicen que cuanto más conocen su comportamiento y su efecto en las plantas, más respeto sientan. Por ejemplo, nos dicen que las abejas navegan con precisión a kilómetros de distancia de su colmena, localizan las flores adecuadas, recolectan el néctar, esparcen el polen y vuelven sanas y salvas a casa. En el antiguo Egipto, las abejas eran símbolo de la fertilidad. Representaban el alma y la inmortalidad debido a que miel no caduca nunca.

¿Qué lección podemos sacar de este mundo maravilloso? En primer lugar, creo que tener no solo admiración, también un respeto total por las plantas. Las abejas y la relación que tienen en nuestra propia supervivencia. En segundo lugar, que hay un mensaje poderoso para nosotros, porque nuestras palabras y nuestras acciones generan vibraciones, igual que las plantas responden al sonido del agua o al canto de los insectos, las personas se forman un juicio de nosotros, sea de simpatía o de antipatía.

LO NEGATIVO: No ser capaces de aprender de la naturaleza que nos rodea.

LO POSITIVO: Aprender de todo lo que hay en este maravilloso mundo en que vivimos.

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