Este próximo lunes 15 de septiembre se celebra el 204 aniversario de la independencia de Honduras, actividad que en las últimas décadas se ha convertido en un show político y de pasarelas de exhibición, donde desfilan todo tipo de personajes, en su mayoría, una ofensa para el civismo en honor a la independencia y la memoria de los próceres.
Las tradicionales palillonas son el atractivo principal para la mayoría de los asistentes, por sus exóticos trajes y movimientos rítmicos al son de las bandas musicales que tocan cualquier tipo de música popular y hasta vulgar, pues dejaron de ser bandas de guerra.
El 15 de septiembre debe ser una fecha de alegría, de luto y de tristeza. El primero registrado en 1821, el segundo basado en 1842 y el actual, del año 2025.
La historia narra que el 15 de septiembre de 1821, Honduras obtuvo su libertad, luego de haber sido gobernada como parte del virreinato de la Nueva España durante casi 300 años.
Honduras se une con Guatemala, El Salvador, Nicaragua y Costa Rica para crear una federación que logró aniquilar el dominio español, y es José Cecilio del Valle quien firma el Acta de la Independencia. Pero también la historia relata que un 15 de septiembre, pero de 1842, el paladín centroamericano José Francisco Morazán Quezada, muere fusilado en San José, Costa Rica, junto a uno de sus mejores amigos, el también general Vicente Villaseñor.
Dato peculiar: Morazán nace en Honduras, muere en Costa Rica y es enterrado en El Salvador.
En la actualidad, el sueño del paladín se encuentra con una Centroamérica desunida y específicamente, con una patria que después del golpe de Estado del 28 de junio del 2009 ha quedado una sociedad desintegrada, en un país llamado Honduras.
