Cuando la paz está en juego

La incertidumbre mundial crece en la medida en la que se fortalece la tensión en Oriente Medio.

  • 22 de junio de 2025 a las 23:40 -

La incertidumbre mundial crece en la medida en la que se fortalece la tensión en Oriente Medio, luego de la participación militar de Estados Unidos en un conflicto que, hasta el momento, se mantenía solo en esa región.

Es difícil pensar que esa fue una decisión a la ligera y precisamente porque la información disponible seguramente es incompleta, cualquier intento por juzgar la acción de atacar instalaciones nucleares iraníes, podría no ser la adecuada.

Si esa acción fue acertada o no lo fue, la historia lo dirá; sin embargo, es una fuerte sacudida al mundo, especialmente del hemisferio occidental, tan sumido en sus asuntos y sus enormes desigualdades, que hacen volver la mirada hacia un escenario más amplio: el global.

Cuando la paz está en juego, lo adecuado es revisar el tejido de las relaciones entre países para identificar riesgos y tomar previsiones correspondientes. Veamos.

A partir del año 2000, Irán ha fortalecido sus relaciones en América Latina, especialmente con Venezuela, Bolivia, Cuba y Nicaragua. En un contexto como el actual, marcado por la tensión geopolítica, estas relaciones adquieren relevancia. No hay que perderlo de vista.

Los primeros impactos de las tensiones crecientes por ahora serán económicos, con la decisión iraní de cerrar el estrecho de Ormuz, por donde se estima que pasa del 20% al 30% del petróleo del mundo.

La escalada en los precios del petróleo a nivel mundial abrirá nuevos escenarios desafiantes para la diplomacia global.

El propio secretario general de las Naciones Unidas señaló en una publicación en la red social X: “Existe un riesgo creciente de que este conflicto pueda rápidamente salirse de control, con consecuencias catastróficas para los civiles, la región y el mundo”.

Cuando la paz está en juego es cuando valoramos las instancias internacionales para el diálogo y la resolución de controversias a través de la diplomacia.

En situaciones como en la que está el mundo es cuando comprendemos que el fortalecimiento de los organismos internacionales multilaterales y la conservación de los principios de la Carta de las Naciones Unidas son fundamentales en un mundo cada vez más polarizado.

Cuando la paz está en juego, es cuando más debemos priorizar la capacidad de diálogo, las afiliaciones y las lealtades, para contar con una política exterior clara y para elegir a nuestros propios líderes y gobernantes.

Este no es un conflicto alejado, menos para nosotros por nuestra ubicación geográfica estratégica, de la que tanto hablamos cuando se trata de promover la inversión, y que también es interesante en un conflicto de gran magnitud.

No es alejado, especialmente cuando tenemos muy cerca las elecciones generales, en las que ahora también tendremos que considerar la capacidad de dirección del país no solamente con los enormes desafíos internos, sino aquellos que nos relacionan con el mundo entero.

Cuando la paz está en juego, que no es poca cosa, debemos ser más analíticos y cautelosos. El mundo en el que estamos suma complejidades a diario. Pensemos de forma global para tomar decisiones localmente. Corresponde estar atentos.

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