Parodiando la icónica canción de esta temporada “Amarga Navidad”, a nombre de un pueblo tenso por la crisis poselectoral, pedimos a los políticos no seguir obstaculizando el escrutinio especial para que podamos acabar “de un solo golpe” con la cruel espera de una declaratoria de resultados, sea quien sea el ganador. La canción del género ranchero está inspirada en una pelea de boxeo que el compositor José Alfredo Jiménez miraba por televisión un mes de diciembre, pero que con su ingenio transformó en un tema de desilusión amorosa, y nosotros queremos interpretar como un desencanto político que se puede evitar.
Mientras Jiménez veía la pelea que ganaba su ídolo José Becerra, esperando que terminara pronto, exclamó: “Acaba de una vez de un solo golpe”. Al pronunciar la frase, que parecía banal, se dio cuenta de que podría tener otro sentido, uno más pasional. A partir de ese momento, según recordaba Paloma Gálvez, esposa del cantautor, este guardó silencio y continuó viendo la pelea sin decir una palabra o mostrar alguna expresión hasta que finalizó, lo que a ella le pareció una conducta muy extraña por parte del compositor, pues solía ser así solo cuando estaba pensando en una canción.
No hay duda de que los comicios del 30 de noviembre fueron una verdadera demostración de civismo, por parte del pueblo, que auguraba una Navidad en paz y un venturoso año nuevo. Mas resulta que algunos dirigentes políticos volvieron a enturbiar las aguas después de la contienda electoral por puros intereses particulares sin importarles la voluntad soberana del electorado.
Cuando los Partidos Nacional y Liberal, que compiten en forma apretada por la Presidencia, se dieron cuenta de que Libre estaba como a la espera de que alguno de ellos soltase el hueso en disputa para cogerlo entre sus dientes, decidieron callar sus gruñidos. Fue así que la semana anterior comenzó el escrutinio especial con la venia de ambas instituciones políticas y resurgió la esperanza de unas fiestas navideñas en paz y armonía.
Sin embargo, ha vuelto la mula al trigo con las acusaciones y contraacusaciones de los tres partidos hasta por pequeñeces que pueden considerarse normales, tomando en cuenta que ninguna creación humana puede ser perfecta.
Urge agilizar el conteo, sin disputas estériles, para que el pueblo pueda disfrutar de una Navidad en paz y que no tengamos que comenzar el año nuevo con la crisis crónica que nos ha hecho tanto mal.