Seis personas fueron asesinadas y tres resultaron heridas presumiblemente por el mismo hombre, tras una serie de tiroteos e incidentes en Austin y San Antonio, Texas, sur de Estados Unidos, informó este miércoles la policía, que ya detuvo al sospechoso.
Los tiroteos comenzaron la mañana del martes y solo fue hasta la noche que las autoridades percibieron que todos ellos estaban conectados, dijo en una conferencia de prensa la jefa interina de la Policía de Austin, Robin Henderson.
“Según la información obtenida en el transcurso de estas investigaciones, creemos firmemente que un sospechoso es responsable de todos los incidentes. El sospechoso está bajo custodia y ya no representa una amenaza para nuestra comunidad”, agregó.
El hombre es acusado de haber matado a cuatro personas en diferentes puntos de Austin. También hirió a un policía cerca de una zona escolar, luego a un ciclista y finalmente a otro policía que lo enfrentó a balazos tras una llamada de emergencia. Durante la noche del martes, mientras era perseguido por las autoridades, el sospechoso estrelló el vehículo en el que viajaba y fue capturado.
En tanto, en San Antonio, unos 120 km al sur de Austin, la policía informó que, tras recibir una alerta de sus colegas de la capital texana, hallaron a dos personas muertas en una casa vinculada al sospechoso.
“No se sabe cuál es la relación entre las víctimas y el detenido”, detalló a la prensa el sheriff del condado de Bexar, en San Antonio, Javier Salazar. “Los incidentes en Austin comenzaron a eso de las 11 de la mañana [del martes] por lo que creemos que estos hechos [en San Antonio] ocurrieron antes”, sostuvo.
Salazar dijo que el detenido es un hombre de unos 30 años, aunque no precisaron su identidad.
En Texas, el porte de armas es legal y no requiere de permisos o entrenamiento. Los intentos de frenar la proliferación de armas de fuego en el país siempre encuentran una dura resistencia política.
Los asesinatos y tiroteos son casi cotidianos en Estados Unidos. A finales de octubre en el estado de Maine, armado con un rifle semiautomático, un hombre abrió fuego en una bolera de Lewiston, y diez minutos después en un bar-restaurante de esa localidad de 36.000 habitantes. Asesinó a 18 personas y luego el tirador fue hallado muerto.
