Cerca de la mitad de los 200 soldados de la Guardia Nacional de Texas enviados al estado de Illinois para proteger a agentes federales llegaron este martes al área de Chicago, según informó The New York Times, que cita fuentes militares estadounidenses.
El resto de esas tropas, autorizadas a trasladarse por el gobernador texano Greg Abbott bajo órdenes del presidente Donald Trump, llegarán dentro de unas horas y se desplegarán en varios puntos de la ciudad mañana miércoles a más tardar, agrega el diario citando a esas fuentes.
El despliegue ordenado por Trump ocurre en medio de crecientes protestas contra las redadas migratorias en Chicago, donde agentes de la Patrulla Fronteriza dispararon el pasado sábado en el área de South Side, hiriendo a una ciudadana estadounidense.
Trump insinuó que podría invocar la Ley de Insurrección vigente para sofocar las protestas y combatir lo que ve como una "ola de crimen rampante" en la ciudad de Chicago (Illinois), después de amenazar con hacerlo en Portland, Oregón.
Preguntado sobre si planeaba invocar la legislación, uno de los poderes de emergencia más contundentes, para justificar el envío de tropas frente a episodios de desorden civil en ciudades demócratas, el republicano respondió: "Bueno, ya se ha invocado antes".
"Si miran a Chicago, es una gran ciudad donde hay mucha delincuencia, y si el gobernador (de Illinois, JB Pritzker) no puede hacer el trabajo, nosotros lo haremos", advirtió en el Despacho Oval durante una reunión con el primer ministro canadiense, Mark Carney.