15/04/2024
12:48 AM

Empezó a hacer tajadas para la merienda, ahora surte a supermercados

La microempresaria señala que lo más importante es creer en el producto que se elabora.

San Pedro Sula, Honduras.

Los negocios familiares son cada vez más frecuentes en las micro y pequeñas empresas del país.

Asociaciones de mipymes estiman que más de un 60% de las microempresas las conforman miembros de una sola familia. Esto debido a que cuando una pequeña empresa comienza no puede pagar sueldos que devengaría un empleado, que además, requiere los beneficios de ley.

Además, los miembros tienen un mismo fin: trabajar arduamente para lograr que rápidamente el negocio crezca y beneficiarse todos.

Esto lo confirma la microempresaria Angie Dubón, de la empresa Hacienda Las Flores, quien junto con su familia produce y vende bocadillos de plátano, banano y yuca saborizados originarios de Jutiapa, Atlántida.

“Parte del producto es cultivado en la hacienda, pero también compramos parte de la materia prima a los agricultores de la zona, como la malanga y algunos plátanos, porque no nos damos abasto”, cuenta.

La microempresa, que inició hace tres años está generando 20 puestos de trabajo. Unos 16 en planta localizada en Jutiapa y cuatro en distribución en San Pedro Sula.

En la planta, la familia Dubón procesa las tajaditas de banano, plátano y yuca con sabores a ajo, chile, limón, crema cebolla, barbacoa, queso y el tradicional, que es sal.

“Nosotros quisimos hacer tajadas con sabores no tradicionales pensando inicialmente en las meriendas para los niños de la casa y ha tenido mucha aceptación desde entonces”, detalló.

Angie comparte que en el espacio que ofrece la Cámara de Comercio e Industrias de Cortés (CCIC) llamado Bazar del Sábado en Expocentro venden sus productos desde noviembre. Tiempo en el que han logrado posicionar sus tajaditas en el Comisariato Los Andes. “No ha sido fácil, pero nada es imposible. Nuestra motivación es que el producto ha tenido aceptación”, enfatiza.

La Hacienda Las Flores también ha conseguido abastecer a una cadena de restaurantes, le provee el banano en presentación de palillo para su barra de ensaladas. “También le surtimos a un restaurante peruano muy conocido en la ciudad. El mismo producto se da publicidad, la calidad. Pero también la atención, la amabilidad, porque eso es muy importante”, destaca Angie, quien agrega que en una gasolinera de Jutiapa y otra de San Pedro se ofrece el snack de sabores.

“Creer en uno mismo y en su propio producto es lo más esencial, elegir un buen producto es importante, tocar muchas puertas, no tener miedo al fracaso y atender muy bien a su cliente”, sostiene la microempresaria.