Honduras
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Aunque la moneda oficial es el lempira, en Honduras muchos servicios se cobran en o con base en el cambio del dólar, algo que encarece los costos, pero es necesario en una economía inestable como la nuestra, aseguran empresarios.
En 2024, el Congreso Nacional aprobó una reforma que prohíbe el cobro en dólares de servicios de cable, internet y telefonía, obligando a las empresas a facturar y cobrar en lempiras. Esta medida busca proteger a los consumidores y estabilizar el uso de la moneda nacional.
Las empresas de telefonía móvil y fija, televisión por cable e internet deben emitir facturas y cobrar sus servicios exclusivamente en moneda nacional, el lempira. Además, no pueden obligar a los usuarios a firmar contratos por más de seis meses, y los clientes pueden rescindir el contrato si reciben un mal servicio.
Para algunos expertos, la ley debió ser más amplia e incluir otros servicios que también se cobran en dólares, como los alquileres de casas, apartamentos y locales comerciales, la renta de vehículos, compra de vehículos nuevos, seguros, parqueos, entre otros servicios que están sujetos a variaciones, casi siempre al alza.
Otra situación que impacta a la economía es que la falta de capacidad productiva en Honduras obliga a los productores a importar materias primas, insumos y productos semielaborados o terminados, todo lo cual se paga en dólares. Esto encarece los costos y se traduce al consumidor final.
A través de las redes sociales de Diario LA PRENSA consultamos a la ciudadanía si realmente en Honduras se está cumpliendo la prohibición aprobada por el Congreso Nacional y ya no se les cobra en dólares los servicios de cable, internet y telefonía. Sin embargo, muchos coinciden en que, aunque en las facturas los signos del dólar fueron reemplazados, las variaciones en los cobros mes a mes evidencian que se sigue aplicando el cambio del dólar.
"Esas compañías generan el cobro en dólares y obviamente envían la factura ya convertida al cambio en lempiras, nos damos cuenta por qué cada mes es diferente el pago", compartió Elena Sagastume en Facebook.
Enna Gómez escribió: "Cobran en lempiras, pero es el equivalente al dólar. Si sube el dólar, sube la tarifa del internet".
"La factura viene en lempiras, pero todos los meses aplican el tipo de cambio", opinó Albita Chávez.
Estefanía Peña dijo: "Llevo dos años pagando en dólar el servicio de cable e internet".
"No se cumple, porque te cobran el valor del dólar. Según como esté el dólar, así paga uno en lempiras", lamentó Wendy Fernández.
En Instagram, Yissell Romero escribió: "No, porque te siguen cobrando el monto en dólares con los aumentos diarios que tiene, solo que convertido a lempiras. Es la misma cosa".
Adalid Irías, defensor independiente de los derechos de los consumidores, declaró que en el país muchos servicios están dolarizados sin ser calificados como ilegales.
"Hay muchos cobros que están dolarizados: primas de seguros, renta de vehículos, renta de apartamentos. La moneda de curso legal es el lempira, por lo tanto, los contratos de cualquier índole tienen que ser en lempiras. Lo que pasa es que el Congreso Nacional solo lo aprobó para servicios de internet, cable y telefonía", expresó Irías a LA PRENSA.
A juicio de Irías debería haber una reglamentación, porque con la variación del dólar, sobre todo al alza, se ve afectado el usuario.
"Hasta la tarifa de energía está dolarizada, lo que pasa es que la convierten a lempiras, pero prácticamente aquí todo está dolarizado", aseveró.
Carlos Umaña, diputado, manifestó a LA PRENSA que antes de aprobar la ley que prohíbe el cobro en dólares de servicios de cable, internet y telefonía, se consultó a la empresa privada, la cual aseguró que, de abarcar más servicios, se alteraría el mercado.
"En el momento que se aprobó la ley se estipuló que los contratos vigentes se tenían que cumplir porque eran contratos, y que los nuevos contratos debían establecer una cuota fija en lempiras y una duración máxima de seis meses", describió. La ley no estipula multas; de eso se encarga la Fiscalía de Protección al Consumidor.
José Santos, director de Protección al Consumidor, informó que sí han recibido denuncias de empresas de telefonía, internet y cable que no están cumpliendo y cobran los servicios en dólares.
"Luego de la denuncia se manda un inspector a verificar y constatar. Posteriormente, se cita a la empresa para ver si le va a resolver al consumidor. Si no le resuelve, se realiza la imputación para que presente los medios de prueba del porqué no quiere hacerlo, sino castigar la empresa si no le resuelve", explicó Santos a este rotativo.
Las multas van desde uno hasta diez mil salarios mínimos, dependiendo del caso. "Cuando son reincidentes imponemos multas de mil a mil quinientos salarios. A empresas de telefonía ya se les ha impuesto sanciones de ese tipo".
En San Pedro Sula, las oficinas de Protección al Consumidor se encuentran en el cuarto nivel del edificio Santa Mónica Oeste, bulevar del norte.
Una de las quejas constantes entre la ciudadanía y micros, pequeños y medianos empresarios son los altos precios de alquiler de casas, apartamentos y locales comerciales, cuyos contratos se firman, desde hace un tiempo, exclusivamente en dólares.
De acuerdo con expertos inmobiliarios, los precios de los alquileres han aumentado entre un 30% y, en algunos casos, hasta un 100%. Esto se atribuye a una alta demanda y una insuficiente oferta.
Victorino Carranza, presidente del Gremio de la Micro y Pequeña Empresa (Gremipe), compartió que ha sido un reclamo constante de los emprendedores y mipymes el hecho de que el cobro del alquiler de los espacios comerciales se haga en dólares y no en moneda local.
Carranza señaló que muchos nuevos emprendedores prefieren vender en línea y producir en sus casas para evitar el pago de impuestos y alquileres, porque están por las nubes.
Autoridades del Departamento Administrativo de Inquilinato (DAI) han manifestado que, aunque no es correcto el cobro en dólares, se trata de una cuestión de oferta y demanda, y entre las partes llegan a ese acuerdo.
Además, destacaron que desde hace muchos años está engavetada una ley que prohíbe el cobro de alquileres en dólares, la cual nunca se aprobó.
Amparo Canales, expresidenta del Colegio de Economistas de Honduras, comentó que hasta el cobro en escuelas privadas se aplica en dólares, algo que no debería suceder en el país.
"A pesar de la aprobación de la ley, siguen haciendo el cobro basado en dólares. El problema es que nadie regula, pero tampoco nadie denuncia".
El deslizamiento del lempira frente al dólar encarece el costo de los servicios para el consumidor final, lo que genera presión inflacionaria. "El incremento de precios reduce la capacidad de consumo de la población, porque los salarios no crecen al mismo ritmo", aseveró Canales.
La economista explicó que Honduras depende en gran medida de la importación, lo que también encarece los productos y servicios.
El Índice de Precios al Consumidor del Banco Central de Honduras (BCH) registró una inflación mensual de 0.44% a junio de 2025.
La agrupación de Alojamiento, Agua, Electricidad, Gas y Otros Combustibles experimentó una variación mensual de 0.26%, debido principalmente a mayores precios observados en el pago de alquiler de vivienda, pinturas, leña y suministro de electricidad; en sentido contrario, se observó una reducción en el precio del gas queroseno.
Lenin Palencia, economista y empresario, explicó que este es un tema eminentemente financiero y técnico, que debe entenderse desde la realidad que enfrentan las empresas que operan en un país como el nuestro, donde la moneda es el lempira, pero la economía está altamente dolarizada en términos de costos, inversiones y obligaciones externas.
"Cuando una empresa, ya sea de telecomunicaciones, energía, aviación o servicios digitales, realiza su inversión en dólares y además tiene parte de sus contratos, insumos y tecnologías anclados a esa moneda, su única herramienta de protección ante el riesgo cambiario es establecer precios en dólares o ajustables al tipo de cambio. Esto no es abuso, es supervivencia financiera".
Palencia agregó que si se obliga a estas empresas a cobrar exclusivamente en lempiras sin permitir mecanismos de ajuste, se les condena a la pérdida progresiva de capital, liquidez y, finalmente, al cierre.
Entre 2019 y 2024, el lempira se depreció alrededor de un 11% frente al dólar. "Una empresa que no ajusta su ingreso frente a este deslizamiento pierde competitividad y estabilidad, y está condenada a desaparecer".
Como empresario y ciudadano, Palencia cree en una regulación con equilibrio, que proteja al consumidor, pero que también entienda la lógica económica de las empresas que sostienen el empleo y la inversión.
Concluyó que la clave no es imponer precios artificiales, sino construir un entorno financiero predecible, donde los servicios sean sostenibles, los empleos estables y los consumidores protegidos, sin poner en riesgo la viabilidad de quienes generan empleo. "El país necesita estabilidad jurídica, sensatez económica y claridad financiera. No se puede querer atraer inversión extranjera y, al mismo tiempo, desincentivar los mecanismos que permiten a las empresas sobrevivir en un entorno inflacionario y con moneda débil", enfatizó Palencia.