El Sistema Nacional de Gestión de Riesgos (Sinager) aprobó 500 millones de lempiras para atender la crisis y a las familias afectadas a nivel nacional por las lluvias.
La presidenta Xiomara Castro convocó ayer al sistema a una reunión de emergencia, en la que se instruyó a la Secretaría de Finanzas para identificar los fondos nacionales, internacionales y provenientes de otras instituciones del Estado.
El dinero será utilizado para ayudar a las familias afectadas por el mal temporal, así como para las reparaciones de la infraestructura vial dañada, aseguraron las autoridades.
“La cantidad debe ser reglamentada y definida con Finanzas en un PCM”, detalló José Jorge Fortín, titular de la Secretaría de Gestión de Riesgo y Contingencias (Copeco).
Al ser el Distrito Central una de las zonas más afectadas, los representantes de Sinager pidieron al alcalde Jorge Aldana presentar un informe de los daños a Copeco, desglosado por barrios, colonias y aldeas.
Este reporte deberá incluir las actividades de salvamento, prevención, reconstrucción y ayudas realizadas durante el temporal, así como la asignación del gasto por proyecto y por actividad, establece la resolución.
“Copeco estará informando permanentemente todo lo que esté en emergencia para garantizar la paz y la tranquilidad de la población. Nos solidarizamos con los afectados y que sepan que hay un Gobierno listo para atender las necesidades primordiales.”, dijo la presidenta Castro.
Además, el Gobierno reactivó el Mecanismo de Gestión Internacional para el Apoyo Humanitario, con el fin de atender con prontitud las necesidades más urgentes de las comunidades afectadas.
Mediante el Decreto Ejecutivo PCM 29-2025, publicado el pasado 13 de octubre, se instruye a la Secretaría de Relaciones Exteriores y Cooperación Internacional a gestionar ante los países cooperantes y organismos internacionales la obtención de asistencia humanitaria financiera para cubrir las necesidades inmediatas de recuperación y reconstrucción por los daños ocasionados por las lluvias.
El canciller Javier Bú indicó que al cuerpo diplomático acreditado en el país ya se le informó sobre la situación en el país.
Víctimas por las lluvias en Honduras
La crecida de ríos, quebradas y deslizamientos provocados por las constantes lluvias que azotan gran parte de Honduras desde finales de septiembre han cobrado la vida de 15 personas, según el último reporte de Copeco actualizado a la tarde de ayer.
La última víctima se registró el jueves en la colonia Ramón Amaya Amador, al noroeste de la capital. Se trató de Luz Elena Triminio, de 25 años, quien perdió la vida al quedar soterrada tras el colapso de su vivienda por un deslizamiento de tierra durante la noche.
Otro fallecido se reportó el pasado 3 de octubre, cuando un árbol cayó sobre una persona debido a los fuertes vientos que azotaron la ciudad de La Esperanza, en el departamento de Intibucá.
Las 13 víctimas restantes murieron arrastradas por las fuertes corrientes de ríos y quebradas en Francisco Morazán, La Paz, Intibucá, Choluteca, Cortés, Lempira y Valle.
El reporte de Copeco indica que entre las víctimas por sumersión se encuentran seis menores de entre 9 y 14 años. La primera fue una adolescente de 14 años, Génesis Martínez Rodas, quien murió al ser arrastrada por una quebrada en Lepaterique, Francisco Morazán. Varios menores perdieron la vida al intentar cruzar caudalosos afluentes durante las torrenciales lluvias.
Entre ellos, dos primos de 9 y 12 años que perecieron en la corriente de una quebrada en la colonia Cantarero López, en el Distrito Central.
También se reportó la muerte de un menor de 9 años en Jesús de Otoro, Intibucá, quien fue encontrado el 13 de octubre en las aguas del Río Grande de Otoro.
Los otros dos menores fallecieron en los municipios de Yarula, La Paz, y San Manuel Colohete, Lempira. De los 15 decesos reportados, siete corresponden a adultos jóvenes entre 20 y 49 años.
Uno de los más recientes fue un joven de 22 años, arrastrado el pasado domingo por la corriente del río San Antonio en la comunidad de Juniguara, municipio de Santa Ana, La Paz.