Las oportunidades de empleo en Honduras “son tan raquíticas que la gente no tiene posibilidad de una vida digna”, dijo este sábado a Efe el director de la Pastoral Cáritas de la Iglesia católica, German Cálix, quien además considera que del Gobierno que preside Xiomara Castro se esperan cambios.
Hay zonas con “trabajos no permanentes, ocasionales, en lo que llaman agroindustrias para la exportación, pero los jóvenes trabajan tres meses, luego los sacan y deben esperar otros tres para que los vuelvan a emplear. Trabajan seis meses al año sin prestaciones, sin aguinaldo, únicamente el salario”, agregó.
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Ante esa realidad, la gente joven trabaja para vivir, pero al tener la oportunidad de emigrar lo hace, se mueve a España, aunque la mayoría a Estados Unidos, con la mira de que necesitan tener posibilidades de un ascenso social más grande, subrayó el religioso.
CAMBIOS CON EL NUEVO GOBIERNO
En su opinión, la llegada de Xiomara Castro al poder supone para los hondureños una puerta abierta para que el país inicie un proceso de cambio que favorezca a los pobres.
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Para las clases media y alta, agregó, la situación del país es un problema político, ideológico, jurídico, de establecer un Estado de derecho, que las reglas estén claras, que no sea corrupto, que sea honesto y transparente. Para la gente de abajo son dos cosas fundamentales: posibilidades de trabajar y seguridad para su vida.
“Las dos grandes aspiraciones de la población a nivel de departamento o comunidades se resumen en que el Gobierno abra más oportunidades de empleo y que se le facilite a la gente trabajar con dignidad, con posibilidades, no de enriquecerse, sino de tener los medios necesarios para vivir”, recalcó.
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Según diversas fuentes, en Honduras, el 70 % de sus 9,5 millones de habitantes viven en la pobreza, y el desempleo y subempleo afectan a alrededor de dos millones de personas.
La Iglesia católica incluso ha reiterado que la corrupción es una de las principales causas de la pobreza que sufre Honduras.