De acuerdo con los reportes a la fecha, el 50% de los municipios de Santa Bárbara registra los mayores daños ocasionados por la depresión tropical Eta, fenómenos natural dejó a muchas familias en la calle y una significativa cifra de fallecidos.
El alcalde de Gualala, Marco Antonio Fernández, se unió a las labores de identificación de daños en aldeas y caseríos, además de informar sobre las acciones inmediatas que realizan como gobierno local.
'Estamos resolviendo el problema del agua y recuperando tramos carreteros porque el río Ulúa rompió a Gualala. También estamos trabajando para ayudr a las personas damnificadas', dijo Fernández.
El departamento registra 15 fallecidos, más de 5,000 damnificados, siete puentes destruidos, 118 albergues instalados en centros educativos y casas particulares.
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Las aldeas de Guacamaya y San Luis Planes, una zona de montaña de Gualala, permanecen incomunicadas tras un deslizamiento de tierra.
Mario Roger Hernández , uno de los residentes del lugar, aseguró que 'tenemos problemas con este acceso, nos está bloqueando para ir a traer alimentos a Santa Bárbara. La ayuda del Gobierno será necesaria'.
Varias zonas quedaron incomunicadas en el departamento de Santa Bárbara.
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Amplió, que ya se tienen los reportes de los municipios de San Luis, Quimistán, Azacualpa, Macuelizo, Chinda, Gualala, e Ilama. 'El diagnóstico nos permitirá identificar las principales necesidades que existen y dar una mejor respuesta al momento de generar la ayuda en tiempo y forma', puntualizó.
Intervención total en La Lima
“La Lima hay que intervenirla totalmente”, dijo ayer el presidente Juan Orlando Hernández, quien anunció un proceso de reconstrucción de viviendas en el Valle de Sula, lo que incluiría ayuda a través de un producto financiero para afectados que perdieron sus casas a causa de las inundaciones por Eta. Presidente Juan Orlando Hernández
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Al abordar la situación de calamidad que se ha vivido en el Valle de Sula, y en especial en La Lima, Hernández relató que una señora de este municipio expresó que “no se salieron a tiempo porque durante el huracán Mitch (en 1998) el agua llegó a las rodillas de las personas y como han estado acostumbrados a vivir con ese tipo de inundaciones”, pero en esta ocasión “en 30 a 35 minutos el agua subió hasta el techo”.
Hernández consideró que el proceso de intervención y de asistencia a todo el Valle de Sula debe enfocarse en la construcción de viviendas, así como en la generación de un producto financiero que permita la reconstrucción de hogares.
Expresó que se ha calculado que solo en el Valle de Sula “se deben construir unas 3,000 viviendas nuevas, además de que muchos pobladores que tienen empleo igual se han visto afectados”.
Explicó que para los trabajadores que han sufrido las consecuencias de la tormenta “se ha pedido a la Comisión Nacional de Bancos y Seguros para que se pueda gestionar la creación de un producto financiero que sirva para reparación de viviendas, porque solo hay para adquisición de viviendas nuevas”.