20/09/2024
01:59 AM

Cientos de familias siguen en la orilla de los bulevares

Un grupo de defensoras de derechos humanos han constatado que se han dado diferentes formas de violencia en los albergues. Continúan rescates en El Progreso.

El Progreso, Yoro.

Las horas pasan entre las filas que se arman para recibir los tiempos de comida, niños que corren por todos lados y conversaciones breves.

Para las más de 37,000 personas, entre mujeres, hombres y menores de edad, los días y las noches en el albergue han sido la realidad obligada a causa de los estragos de la tormenta Eta.

Junto con las cientos de familias en las medianas a lo largo del valle de Sula son toda una población a la deriva de un desastre.

“Las personas han tenido que salir de su comunidad y de sus casas, que eran su espacio de protección y de seguridad en todo sentido. Hay que trasladar esas necesidades de la comunidad al albergue y esas mismas condiciones de protección también al albergue”, dijo Mirtha Gutiérrez, socióloga y defensora de derechos humanos, quien junto con su colega Nicole Mejía están liderando visitas en diferentes albergues de El Progreso.

En este municipio están funcionando 63 albergues, en los cuales hay cerca de 6,373 personas.

Según el último informe de la Comisión de Albergues y Ayuda Humanitaria del Centro de Operaciones de Emergencia (COE) progreseño, la mayoría de estos albergues están en el área rural producto de las evacuaciones y rescate de personas que se continúan realizando en todo el sector de los otrora campos bananeros.

Buscamos incidir en cuán importante es denunciar la violencia contra las mujeres.

Mirtha Gutiérrez, socióloga progreseña

“A nivel nacional hemos recibido denuncias de diferentes organizaciones de derechos humanos, de organizaciones de mujeres e incluso de personas independientes de que está presentando acoso sexual, violencia física, psicológica y en el caso más grave, violencia sexual, es decir, violaciones sexuales dentro los albergues hacia las mujeres, las niñas y los niños”, refirió Gutiérrez.

Ante esta situación, las jóvenes sociólogas, de manera independiente, están conociendo la situación y las necesidades de los albergues del municipio.

“También estamos haciendo una orientación del tema de violencia y la importancia de tomar medidas de prevención y medidas reactivas ante incidentes que han ocurrido. En estas visitas que hemos hecho nos hemos dado cuenta de que han existido incidentes y que hay algunas cosas que deben mejorarse en cuanto a organización de los albergues y en orientación hacia las mujeres”, aseguró Gutiérrez.

Durante la entrevista con Diario LA PRENSA, las sociólogas estaban por impartir una charla breve a las madres de familia albergadas en la escuela Pedro Amaya, la cual también incluía la presentación de una ficha de orientación que incluye números de emergencia para formalizar las denuncias.

Un negocio de productos para el hogar en la aldea Toyos que resultó afectado por la inundación.

A raíz de la experiencia en los recorridos, las sociólogas recomiendan a las madres y los padres que nunca dejen solos a sus hijos y que los acompañen a los baños en toda hora del día. Para los administradores de estos espacios sugieren que los servicios sanitarios tengan iluminación y que sean separados para hombres y mujeres.

“Ante cualquier situación, las personas deben acudir a los encargados dentro de los albergues a sugerir o denunciar, y si no obtienen respuestas, que tomen el celular y llamen a la línea de emergencia 911”, instó Mejía.

También en el albergue del Instituto Perla del Ulúa, con alrededor de 420 albergados, sus coordinadoras urgen a las autoridades que asignen policías militares para que patrullen las instalaciones como acción preventiva antes cualquier hecho.

Doña Norma Montes muestra los daños provocados en su vivienda a causa de la inundación.

“Gracias a Dios nos han atendido bien y hemos tenido bastante apoyo. Descansar no ha sido fácil, porque hay bastantes personas y algunas duermen y otras no, pero la hemos pasado”, dijo una joven madre de 28 años, quien está en el albergue.

En la base de operación del centro de emergencias progreseño se mantienen las jornadas intensas de trabajo organizando y distribuyendo las ayudas humanitarias para los albergue.

Gran parte de estas acciones derivan de la colaboración de la ciudadanía y de instituciones como World Visión que ha destinado fondos adicionales para atender esta emergencia.

El COE de El Progreso ha creado un enlace informativo (https://rb.gy/7y1ztx) para dar a conocer el listado de personas evacuadas que se encuentran en los albergues habilitados en el municipio de Yoro.

Foto: La Prensa

El caballo que adornaba la entrada del negocio de artesanías Villa Haydee yace en la tierra.

Tela, Atlántida

Cada persona que vive o trabaja en los negocios a la orilla de la calle principal en la aldea Toyos está segura que lacaja puente que construyó la Municipalidad hace unos años hizo que los inundara cómo nunca antes les había ocurrido.

El negocio de artesanías Villa Haydee se destaca por la estatua de fibra de vidrio de un caballo blanco que está en la entrada.

Ahora, a causa de la inundación de la semana pasada, este imponente adorno yace en la tierra.

Un negocio de diez años está reducido a mercadería quebrada y otra gran parte que se fue con las aguas que arrastró la corriente al río justo detrás de la tienda de recuerdos y artesanías.

El matrimonio dueño del negocio no ha tenido tiempo de lamentarse por las pérdidas. Tan pronto bajaron las aguas han comenzado a limpiar los escombros para volver a empezar.

Las familias afectadas en la aldea Toyos (carretera a Tela) siguen limpiando el lodo y la basura que entró a sus casas y negocios.

La misma situación está pasando un negocio de productos para el hogar que apenas en enero se habían instalado en la aldea Toyos. Durante seis años en el negocio, la pequeña tienda pasó de vender recipientes de plástico a electrodomésticos y cerámicas.

Con los daños provocados por la inundación, el local está cubierto de lodo y con prácticamente toda la mercadería arruinada.

La historia se repite en otro negocio de artesanías de barro, que quedaron totalmente enterradas y sus propietarios debieron excavar para intentar recuperarlas. También lamentan los daños los propietarios de un comedor y una tienda de artículos norteamericanos de segunda.

“Tienen que drenar el río cuánto antes, porque ahora está a la altura de las casas”, aseguró Astul Herrera, empleado de la tienda de productos para el hogar afectada por las lluvias.

A pesar que recuperarse y volver a operar tomará mucho tiempo, los propietarios de los negocios que conversaron con el equipo de Diario LA PRENSA hicieron énfasis en que “mientras hay vida hay esperanza”. Otra zona del municipio en la que nunca se habían reportado inundaciones a ese nivel, según sus pobladores, son los alrededores de Triunfo de la Cruz.

Doña Norma Montes y su familia debieron dejar su vivienda ante el temor de las inundaciones y posibles derrumbes en la montaña justo detrás de ellos.

Cuando regresaron, alrededor de tres días después, notaron que el agua había llegado considerablemente alto, tanto que aseguran que fue peor que el huracán Mitch de hace 22 años.

“La casa no se nos inundó, gracias a Dios, pero lo más importante es que estamos bien y con vida”, refirió Montes.

En un resumen de sesión corporativa emitido ayer por la Municipalidad de Tela, las autoridades acordaron declarar zona de desastre a los sectores de Santa Rosa del Norte (Mezapa), Ramal del Tigre y Florida.

Asimismo, declarar zona de emergencia a los sectores de Mojiman, palmero, carretero, periferia, sectores garífunas, Río Tinto y La Esperanza, como requisito solicitado por Invest-H (Inversión Estratégica de Honduras) para reparar las zonas de acceso, puentes y vados dañados por las inundaciones.

El regidor Mario Fuentes solicitó que los trabajos no sean politizados y que ninguna persona que sea candidata tiene que estar dirigiendo maquinaria del Estado ni de la Municipalidad.

Sin embargo, el alcalde Darío Alejandro Munguía Quezada dijo que las personas que van a un cargo popular deben hacer obras y donativos de su propio dinero, al igual la maquinaria debe alquilarse de su dinero propio y no del Estado.

Foto: La Prensa

Familias hacen fila para recibir el desayuno en el albergue de la Escuela Pedro Amaya, de El Progreso.