Honduras
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El atraso en las transferencias, la ausencia de la partida destinada a caminos productivos y la falta de apoyo general por parte del Gobierno Central a las necesidades municipales mantienen en estado de vulnerabilidad a Ocotepeque, Dolores Merendón y Sinuapa, en el departamento de Ocotepeque; Marcovia, en Choluteca; y Piraera, en Lempira.
Los municipios afectados por las lluvias de junio de 2025 aún no logran resolver los problemas de agua potable e infraestructura vial. Este año tampoco han ejecutado inversiones en los caminos productivos, pese a encontrarse en deplorables condiciones, debido a que el Gobierno Central no ha transferido la partida correspondiente.
Uno de los daños más graves provocados por las lluvias fue el colapso de la represa La Laborcita, en Sinuapa, la cual abastecía de agua potable a unas 25,000 personas de Sinuapa y Ocotepeque. La pequeña represa, situada a siete kilómetros de Sinuapa y ocho de Ocotepeque, quedó completamente destruida.
Tras las solicitudes de los alcaldes de Ocotepeque y Sinuapa, personal de Copeco y del Fondo Hondureño de Inversión Social (FHIS) realizó un levantamiento en la zona para determinar el costo y los detalles del proyecto. Sin embargo, las alcaldías aún no han recibido los resultados del estudio.
Mientras tanto, las comunidades se abastecían temporalmente de una quebrada que se secó y luego instalaron tuberías provisionales en el cauce donde se ubicaba La Laborcita. Cada vez que llueve, la corriente arrastra la tubería y deben volver a colocarla, lo que genera pérdida de tiempo y dinero.
“Eso se pierde, pero tenemos que volverla a instalar porque no tenemos otra alternativa. Prácticamente, todos los tubos que se ponen en el cauce del río cuando llueve fuerte se los lleva y no se vuelven a encontrar, hay que comprar otros”, indicó César Agustín, alcalde de Sinuapa, a LA PRENSA.
En cuanto a la reparación de la red terciaria, necesaria para facilitar el transporte de productos agrícolas e industriales y mejorar el acceso a servicios, el alcalde explicó que el Gobierno no ha transferido este año la partida del programa Caminos Productivos, a diferencia de años anteriores.
“Esa partida es para obras duraderas como cajas puentes, concreto, pavimentos y huellas (sistema de pavimentación rural de bajo tránsito). No es para reparación de terracería. Según la categoría del municipio, en nuestro caso tipo C, corresponde una transferencia de dos millones de lempiras por año”, detalló Agustín.
El departamento de Ocotepeque produce café y una amplia variedad de hortalizas, entre ellas repollo, cebolla, papa y zanahoria, además de cultivos como maíz, sandía y aguacate. Su fuerte sector agrícola abastece mercados nacionales y genera empleo local.
“Aun con todos los inconvenientes que hemos tenido, un 70% de la red vial está bien manejada. Son más de 80 kilómetros de caminos que atiende la Municipalidad, porque el Gobierno Central, a través de la SIT, no lo hace”, señaló Agustín.
De julio a septiembre los municipios no han recibido las transferencias municipales, equivalentes a unos siete millones de lempiras, por lo que han debido trabajar con empresas que ofrecen servicios al crédito.
Israel Aguilar, alcalde de Ocotepeque, manifestó a este rotativo que esperan respuesta del FHIS para la construcción de una nueva represa de agua, urgente para abastecer a los municipios.
Aguilar agregó que el Gobierno también les adeuda las transferencias del último trimestre, equivalentes a unos siete millones de lempiras, y que tampoco recibieron los dos millones correspondientes al programa Caminos Productivos.
“Los caminos están en mal estado. Por falta de recursos no podemos intervenir; son calles de tierra que requieren tractores, relleno y alcantarillas, lo que implica un gasto fuerte. Tampoco enviaron el proyecto de construcciones escolares que estaba programado”, comentó Aguilar.
Dolores Merendón fue uno de los municipios más afectados por las lluvias de junio, que provocaron derrumbes, incomunicación de comunidades, daños en el fluido eléctrico y en el sistema de agua, además de dejar varias familias sin vivienda.
“Lo que ha quedado flojo se ha ido derrumbando; siempre queda terreno suelto en los barrancos. Ojalá que no llueva para no tener problemas. Les hemos dicho a las personas que estén preparadas y que evacuen sus casas si es necesario”, expresó Yoni Martínez, alcalde de Dolores Merendón.
Los Caminos Productivos también quedaron sin financiamiento en este municipio. “No nos han transferido los dos millones de lempiras y no creo que lo hagan ya. Son zonas altas y las carreteras están destruidas”, acotó Martínez. El cultivo de café sigue siendo el principal rubro productivo en la zona.
En Piraera, Lempira, conformado por unos 109 caseríos y con una población de 20,000 habitantes, también se sienten abandonados por el Gobierno Central.
“Andamos con la maquinaria trabajando todavía, con la retroexcavadora de la alcaldía. Hay bastantes derrumbes, y cada vez que llueve hay zonas que se quedan incomunicadas”, indicó Deydin Mendoza, alcalde de Piraera, a LA PRENSA.
Desde la tormenta Sara, que azotó Honduras en noviembre de 2024, el municipio de Marcovia, en Choluteca, sufrió severos daños en su infraestructura vial. Las autoridades locales han solicitado apoyo a la Secretaría de Infraestructura y Transporte (SIT) para ejecutar obras de mitigación, pero no han recibido respuesta.
Con la crecida del río Choluteca, el peligro aumenta, ya que se corre el riesgo de perder la carretera principal que conecta Santa Elena con Cedeño, vía que comunica el 80% del municipio.
“No hemos tenido respuestas, ni en la emergencia vinieron. El río sigue labrando aún más, sigue comiéndose la pavimentada. Hemos enviado notas y participado en reuniones con la SIT, pero no obtenemos soluciones”, informó Nahún Cálix, alcalde de Marcovia.
De continuar las fuertes lluvias, el municipio podría quedar incomunicado por daños en su principal vía. Cálix añadió que existen varias carreteras de terracería en pésimo estado que son competencia de la SIT y que dan acceso a playas y tierras productivas donde se cultivan melón, camarón, caña de azúcar y ganado.
“No entendemos por qué, siendo una zona productiva del país, no mandan equipo para rehabilitar estas carreteras. Hay productores que han perdido sus cosechas por no poder sacar su producción de ocra”, lamentó Cálix.