San Pedro Sula, Honduras.
Un año está por terminar y la quema de monigotes se ha arraigado entre los sampedranos como una forma simbólica de desechar lo malo y darle la bienvenida al Año Nuevo. Esta costumbre popular se practica en varias partes del país y en la ciudad toma sentido gracias a la creatividad de Adolfo Sarmiento y su familia, quienes desde hace doce años se dedican a la elaboración de los divertidos muñecos en la 12 calle, entre la 13 y 14 avenidas, del barrio Cabañas.
En su tapicería, la cual es una herencia familiar, don Adolfo comenzó fabricando los años viejos, un monigote que representa el año que culmina. Actualmente elabora incluso figuras del mandatario Juan Orlando Hernández, Mel Zelaya -expresidente y diputado del Partido Libre-, Donald Trump y Hilary Clinton.
Madera, esponja y ropa vieja son algunos de los materiales utilizados para la elaboración de las figuras, que se ponen en auge para esta fiestas de fin de año, sobre todo entre las familias de clase media.
“La gente los compra para llenarlos de cohetes y prenderles fuego a la medianoche del 31 de diciembre. Es un ritual que viene de los pueblos; se supone que haciendo eso se purifica y se aleja la mala suerte o energías negativas del período que termina, así como de transición, pues también se celebra la llegada del nuevo año desechando lo anterior”, dijo Sarmiento.
La mayor producción comienza a mediados de noviembre. Sarmiento tarda entre 30 minutos y dos horas para completar uno. “Lo que más me cuesta es dar la personalidad del personaje. Trato que quede lo más parecido posible”, refirió.
Los precios de los monigotes van desde los L350, que son los años viejos, y están también los de L550 y L600, los cuales son personalizados y los de mayor trabajo.
Los más vendidos
Durante estas fechas, la demanda aumenta en un 70%, ya que diariamente don Adolfo vende hasta nueve muñecos. El movimiento más grande lo espera a partir de mañana.
Agregó que muchos le han solicitado a Donald Trump porque tienen parientes en Estados Unidos y están molestos por las amenazas de deportación.
“Casi todas las personas que pasan se bajan de los carros a tomarse fotos con ellos. Los favoritos para este año han sido Mel y Trump”, detalló.
En el negocio de don Adolfo colaboran sus hijos, quienes en un futuro seguirán con el oficio que con entusiasmo les ha enseñado su padre.
Costumbre
“En mi familia es una tradición quemar monigotes. Los rellenamos de cohetes y cuando son las 12:00 am salimos todos para quemarlos en la calle”, expresó Clarissa Alvarado.
Como ella, cientos de personas de esta ciudad y de zonas aledañas llegan al negocio de don Adolfo a fin de adquirir sus monigotes para prenderles fuego al sonar de las doce campanadas.
Un año está por terminar y la quema de monigotes se ha arraigado entre los sampedranos como una forma simbólica de desechar lo malo y darle la bienvenida al Año Nuevo. Esta costumbre popular se practica en varias partes del país y en la ciudad toma sentido gracias a la creatividad de Adolfo Sarmiento y su familia, quienes desde hace doce años se dedican a la elaboración de los divertidos muñecos en la 12 calle, entre la 13 y 14 avenidas, del barrio Cabañas.
En su tapicería, la cual es una herencia familiar, don Adolfo comenzó fabricando los años viejos, un monigote que representa el año que culmina. Actualmente elabora incluso figuras del mandatario Juan Orlando Hernández, Mel Zelaya -expresidente y diputado del Partido Libre-, Donald Trump y Hilary Clinton.
Madera, esponja y ropa vieja son algunos de los materiales utilizados para la elaboración de las figuras, que se ponen en auge para esta fiestas de fin de año, sobre todo entre las familias de clase media.
“La gente los compra para llenarlos de cohetes y prenderles fuego a la medianoche del 31 de diciembre. Es un ritual que viene de los pueblos; se supone que haciendo eso se purifica y se aleja la mala suerte o energías negativas del período que termina, así como de transición, pues también se celebra la llegada del nuevo año desechando lo anterior”, dijo Sarmiento.
Decenas de sampedranos llegan a hacer sus pedidos a la tapicería Lazer de don Adolfo Sarmiento.
|
Los precios de los monigotes van desde los L350, que son los años viejos, y están también los de L550 y L600, los cuales son personalizados y los de mayor trabajo.
Los más vendidos
Durante estas fechas, la demanda aumenta en un 70%, ya que diariamente don Adolfo vende hasta nueve muñecos. El movimiento más grande lo espera a partir de mañana.
Agregó que muchos le han solicitado a Donald Trump porque tienen parientes en Estados Unidos y están molestos por las amenazas de deportación.
Los más solicitados durante este año son los del presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, y Manuel Zelaya, expresidente y diputado de Libre; también le han pedido de Salvador Nasralla. Estos muñecos son quemados en el último día del año para incinerar las deudas, problemas y todas las situaciones negativas en la vida.
|
En el negocio de don Adolfo colaboran sus hijos, quienes en un futuro seguirán con el oficio que con entusiasmo les ha enseñado su padre.
Costumbre
“En mi familia es una tradición quemar monigotes. Los rellenamos de cohetes y cuando son las 12:00 am salimos todos para quemarlos en la calle”, expresó Clarissa Alvarado.
Como ella, cientos de personas de esta ciudad y de zonas aledañas llegan al negocio de don Adolfo a fin de adquirir sus monigotes para prenderles fuego al sonar de las doce campanadas.