Tegucigalpa, Honduras
Las lluvias de los últimos cuatro días han provocado graves afectaciones en Tegucigalpa, capital del país, dejando viviendas anegadas, deslizamientos de tierra y calles intransitables.
La Alcaldía Municipal del Distrito Central estimó que, hasta el viernes 19 de octubre —última fecha de recuento oficial—, las pérdidas materiales en el municipio ascendían a unos 900 millones de lempiras.
Ríos y quebradas desbordados, muros colapsados, árboles caídos y deslizamientos se encuentran entre las incidencias más reportadas. Más de 25 000 familias en barrios, colonias y aldeas del Distrito Central resultaron afectadas, especialmente en comunidades como Río Abajo, Reparto por Bajo, Reynel Fúnez, Smith y Guillén.
Hasta ayer, 366 familias —unas 1,325 personas— permanecían en albergues o alojadas temporalmente en casas de familiares, debido a la pérdida de sus viviendas o por habitar en zonas vulnerables al riesgo.
La municipalidad reportó más de 376 eventos de deslizamientos o derrumbes. La saturación de los suelos hace prever que esta cifra podría incrementarse. Además, se registraron 147 casos de inundaciones.
El Distrito Central permanece bajo alerta roja, ya que “los registros de los umbrales de deslizamiento... permanecen elevados producto de la saturación de los suelos que podrían generar nuevas incidencias”, según advirtió la alcaldía.
Las condiciones meteorológicas actuales también aumentan la probabilidad de crecidas súbitas, lo que representa un riesgo considerable para más de 600,000 personas que viven en zonas susceptibles.
Tegucigalpa se perfila así como uno de los epicentros del desastre provocado por las recientes precipitaciones.
Muertes y afectaciones a nivel nacional
El número de víctimas mortales por las lluvias en Honduras ascendió ayer a 16, de acuerdo con reportes de los organismos de protección civil y socorro.
La mayoría de los fallecimientos fueron por sumersión y ocurrieron en varios departamentos desde finales de septiembre.
La víctima más reciente es un hombre de 22 años, quien murió al intentar cruzar en motocicleta un río en la aldea San Juan del Rancho, al este de Tegucigalpa.
El Cuerpo de Bomberos de Honduras informó que su cuerpo fue recuperado el domingo, un día después de haber sido arrastrado por la corriente.
Estos decesos se producen en el marco de evacuaciones masivas y daños materiales que han afectado a decenas de miles de personas.
Panorama nacional: damnificados, daños y alertas
Luis Salinas, jefe de operaciones de la Secretaría de Gestión de Riesgos y Contingencias (Copeco), informó que hasta la fecha se han visto afectadas 7,075 familias —unas 34,073 personas—, muchas de ellas evacuadas. Se reportan además 3,735 viviendas dañadas y 87 completamente destruidas.
También se contabilizan 97 comunidades incomunicadas, seis puentes destruidos, uno dañado, 14 carreteras afectadas y una carretera destruida.
Copeco extendió por 24 horas más la alerta roja para los departamentos de Valle y Choluteca, así como para el municipio del Distrito Central, debido a la crecida de los ríos Choluteca y Goascorán. Esta alerta máxima implica la activación de planes de evacuación y el resguardo en zonas seguras.
La Secretaría de Educación suspendió clases a partir de este lunes 20 de octubre en las zonas bajo alerta roja.
Actualmente, están bajo alerta amarilla los departamentos de Comayagua, La Paz, Intibucá, Lempira, Ocotepeque, El Paraíso y el resto de Francisco Morazán. En alerta verde se encuentran Copán, Santa Bárbara y Olancho, así como los municipios cercanos al río Ulúa.
En cuanto a amenazas futuras, un sistema tropical ubicada sobre el arco de las Antillas Menores avanza hacia el Caribe a unos 25 km/h. Aunque su circulación aún no está bien definida, muestra signos de organización que obligan a mantener vigilancia reforzada.
Copeco estima una probabilidad de desarrollo ciclónico del 30 % en los próximos dos días, y hasta 70 % en los próximos siete días, conforme se desplace hacia el centro del mar Caribe.
Las autoridades meteorológicas advierten que, aunque actualmente es una onda tropical, podría fortalecerse si las condiciones lo permiten. Existe un alto grado de incertidumbre sobre su evolución y trayectoria: algunos modelos la proyectan hacia el istmo centroamericano, mientras otros la ubican hacia Jamaica o La Española.
Tegucigalpa ya muestra signos de una emergencia severa, mientras a nivel nacional se agrava la situación por el impacto en viviendas, infraestructura y vidas humanas. La combinación de lluvias persistentes, suelos saturados, ríos crecidos, deslaves y comunidades incomunicadas configura un escenario crítico.
Las autoridades mantienen alertas activas y afinan los mecanismos de respuesta, ante la posibilidad de que las condiciones climáticas empeoren en los próximos días.
NOTA: Este artículo fue revisado y aprobado por un editor con ayuda de una herramienta de inteligencia artificial.
