Al menos cuatro frentes fríos más se esperan entre noviembre y diciembre en Honduras. Aunque continuarán las lluvias y las bajas temperaturas, estas serán de menor intensidad que las registradas en los últimos días, que afectaron con mayor fuerza la zona norte del país.
Francisco Argeñal, jefe del Centro Nacional de Estudios Atmosféricos, Oceanográficos y Sísmicos (Cenaos), manifestó a LA PRENSA que, de acuerdo con el monitoreo, no se formarán ciclones tropicales ni en el Pacífico ni en el Caribe cerca de Honduras durante los próximos diez a quince días.
Para las próximas semanas se prevén cielos nublados y lluvias en el norte de Honduras, por lo menos tres días a la semana. “Con lluvias y lloviznas leves, no se espera por los momentos ningún evento extremo, por lo menos de aquí al 20 de noviembre”, señaló Argeñal.
El funcionario indicó que, a finales de noviembre, existe una probabilidad media de que una masa de aire frío se acerque al territorio hondureño. Esta generaría precipitaciones no tan fuertes como las recientes, aunque con acumulados entre 50 y 60 milímetros en las ciudades costeras y hasta 100 milímetros en las zonas altas.
“De aquí hasta el 25 de noviembre tenemos una probabilidad baja de tener lluvias intensas como las que se registraron en los últimos cuatro días”, agregó.
Sobre la posibilidad de ciclones, reiteró que la formación de un ciclón tropical en el Caribe es bastante baja, mientras que en el Pacífico la probabilidad es media hacia abajo para finales de mes.
Antes de que finalice el año, se esperan al menos cuatro frentes fríos más: dos en noviembre y dos en diciembre. “Estábamos esperando un promedio de diez frentes fríos que podían llegar a las costas del Caribe; ya van cinco”, apuntó Argeñal.
La temporada ciclónica en el Atlántico finaliza el 30 de noviembre y ninguna tormenta tocó tierra este año en Honduras. Este 2025 comenzó de forma tardía con la formación de la tormenta tropical Andrea el 24 de junio, el inicio más retrasado desde 2014.
En octubre, el huracán Melissa, el último de la temporada, se intensificó hasta alcanzar la categoría 5 al sur de Jamaica. Aunque inicialmente se proyectaba hacia Centroamérica, modificó su trayectoria y terminó impactando en Jamaica y Cuba.