Empleados del sector público en todo el país denunciaron que, hasta el momento, no han recibido el pago del aguinaldo, un beneficio laboral que, por tradición y práctica administrativa, suele cancelarse en la primera semana de diciembre.
A 16 días de iniciado el mes, los trabajadores aseguran que no existe información clara ni fechas oficiales sobre el desembolso de este derecho adquirido.
Los empleados manifestaron su profunda preocupación ante el retraso, ya que el aguinaldo representa un ingreso fundamental para cubrir los gastos propios de la temporada navideña y de fin de año, así como compromisos familiares relacionados con alimentación, pagos atrasados y celebraciones tradicionales.
Se conoció que maestros, médicos, enfermeras y policías tampoco han recibido el pago correspondiente al aguinaldo.
De acuerdo con las denuncias, existe temor de que el retraso esté vinculado con la derrota sufrida por el partido de gobierno en las recientes elecciones y con la crisis política que atraviesa el país, lo que estaría generando incertidumbre administrativa y financiera dentro de las instituciones del Estado. Los empleados aseguran que esta situación no debería afectar el cumplimiento de sus derechos laborales.
Además de los gastos propios de la época, los trabajadores públicos señalaron que el aguinaldo también se destina al pago de matrículas, compra de útiles escolares, uniformes y otros gastos relacionados con el inicio del año lectivo 2026, por lo que la falta de este ingreso compromete seriamente la economía de miles de familias hondureñas.
“Estamos a pocos días de la Navidad y no sabemos nada. Este dinero no es un favor, es un derecho que nos hemos ganado con nuestro trabajo durante todo el año”, expresó un empleado del sector público que pidió el anonimato por temor a represalias laborales.
Ante esta situación, los empleados hicieron un llamado urgente a las autoridades de cada institución estatal y a la Secretaría de Finanzas para que se priorice el pago del aguinaldo y se brinde información transparente sobre el proceso.
Insistieron en que el retraso genera angustia, endeudamiento y afecta directamente la estabilidad emocional y económica de las familias, advirtiendo que no cumplir con este pago a tiempo podría convertir una época de celebración y unión familiar en una Navidad marcada por la incertidumbre y la frustración.