La cantante estadounidense Doja Cat, cuyo nombre real es Amala Ratna Zandile Dlamini, habría sido víctima de numerosas agresiones a manos de su hermano Raman, según ha denunciado la madre de ambos, Deborah Elizabeth Sawyer, ante el juez.
La progenitora de la artista ha solicitado una orden de alejamiento contra su propio hijo, alegando la conducta violenta que este habría desplegado de forma sistemática contra las dos mujeres.
Los documentos judiciales a los que ha tenido acceso el portal TMZ son muy ilustrativos del miedo y la preocupación que invaden a Deborah, tanto por su integridad física como por la de la artista.
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De hecho, asegura que Doja Cat sufrió numerosos cortes y hematomas en sus muchos encontronazos con Raman, quien habría llegado a “romperle dos dientes” en medio de una disputa concreta. Su hermano también habría “destruido” varios objetos de valor de la cantante en medio de sus brotes de ira.
La madre de la rapera añade en su declaración que la intérprete también se ha visto sometida a una situación prolongada de maltrato psicológico, concretamente a una dinámica de abuso verbal “muy degradante y despreciativa” que la habría dejado “traumatizada” y angustiada por su seguridad. Los incidentes más recientes, como señala su madre, se remontarían a principios de este mes de enero.
El juez no ha concedido la orden de alejamiento que pedía Deborah para su famosa hija, ya que la norma exige que sea la propia afectada quien interponga la solicitud.
Doja Cat, que el pasado septiembre publicó su último y exitoso disco, ‘Scarlet’, no se ha pronunciado sobre estas graves acusaciones. De hecho, sus últimas apariciones en las redes sociales se limitaron a responder a aquellos internautas que tachaban de “satánica” a ella y a su música.
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Sin embargo, la madre de Doja Cat sí que ha podido beneficiarse de este mecanismo legal de protección, tras señalar que su hijo la ha agredido físicamente y que la ha amenazado “en múltiples ocasiones” a lo largo de los años.
En unas semanas, se celebrará otra vista para estudiar la posibilidad de que esa orden devenga en permanente, como pretende Deborah, quien ya obtuvo en su momento una orden de alejamiento contra Raman que, una vez expirada, no consiguió disuadirle de esos comportamientos.
