La falta de un acuerdo con el FMI (Fondo Monetario Internacional) no permite hacer proyecciones concretas sobre los principales indicadores económicos en el país.
“Algunas estimaciones en cuanto a indicadores económicos, crecimiento económico, inversión social, exportaciones e importaciones, tipo de cambio, inflación, todo eso tiene que ver con la firma con el fondo”, apuntó Cándido Amaya, analista económico de la CCIT (Cámara de Comercio e Industria de Tegucigalpa).
Ante el ese escenario, Amaya dijo que las estimaciones que se pueden hacer para el próximo año son en base a un escenario pesimista, pues la mayor parte de la planeación y la programación financiera, así como la planificación económica, pasa por la firma de un acuerdo con el FMI.
Según indica el Banco Central de Honduras (BCH), en el informe del IPC (índice de precios al consumidor), la inflación a noviembre es de 5.4%. Y para el 2013, a criterio del economista, “no firmar con el FMI implica que podemos esperar una inflación de hasta dos dígitos, aunque las autoridades monetarias del país no lo quieran aceptar públicamente”.
Mientras este acuerdo no se concrete se continuará alejando la inversión y agotando las reservas internacionales, ese acción implica que en un momento determinado la presión sobre el tipo de cambio será mayor, lo que vendría a acelerar el proceso de depreciación del tipo de cambio y llegar a valores escandalosos que “van afectar severamente la economía”, advirtió el economista.
Endeudamiento
Actualmente el gobierno de Porfirio Lobo Sosa ya está presionando la economía mediante la colocación de bonos del Estado. “En ese momento se están tratando de colocar 750 millones de dólares en bonos soberanos en negociaciones bilaterales con bancos norteamericanos”, recordó.
Las colocación de bonos se realiza de forma bilateral, ya que Honduras no cotiza en la bolsa de valores.Amaya recordó que debido al alto nivel de riesgo que tiene el país, calificado por calificadoras de riesgo internacional en la categoría B2, el gobierno debe negociar estos bonos haciéndolo atractivos mediante el incremento de la tasa de interés.
Este proceso de colocación dependerá del temor o la aceptación de riesgo de quienes quieran adquirir los bonos, tomando en cuenta los factores que juegan en contra del país, como el poco crecimiento económico o la actual situación política del país que genera duda en el cumplimento de las obligaciones con los posibles acreedores.