Los precios bajos del petróleo, acentuados en los últimos días por la falta de acuerdo en la reunión de la Opep, pueden extenderse hasta 2018, según analistas extranjeros.
Que la Organización de Países Exportadores de Petróleo (Opep) no pusiera tope a la cuota de producción de los países integrantes en la reunión de la semana pasada ha hundido el valor del crudo a niveles inéditos en más de seis años.
El barril de petróleo Brent, de referencia en Europa ha perdido más de la mitad de su valor en los últimos 12 meses y se afianza por debajo de 42 dólares.
La tendencia a la baja persistirá, salvo imprevistos, “al menos un par de años más, hasta 2018”, dijo Cuneyt Kazokoglu, director de demanda de petróleo de la consultora FGE.
“La reunión de la Opep en que, por primera vez desde 2011, no se puso un techo a la producción, indica que se quiere dejar margen para Irán, Indonesia, Irak o incluso en el futuro Libia”, afirmó.
En la línea de otras consultoras, FGE vaticina que los precios del petróleo oscilarán entre $40 y $45 el barril en el primer semestre de 2016, lo que, aunque beneficia a los consumidores por el bajo coste del combustible y la energía, afectará a los países productores, y por ende a la economía global.
David Elmes, director de energía global de la Escuela de Negocios de la Universidad de Warwick, coincidió en que los bajos precios perdurarán “un par de años” porque “no se esperan intervenciones significativas en el mercado”.
En Honduras. En los próximos 24 meses habrá estabilidad en los precios de los combustibles, sostiene Alden Rivera, el titular de la Secretaria de Desarrollo Económico (SDE).
“Expertos extranjeros que trabajan en temas de combustible aseguran que en los siguientes 24 meses habrá relativa estabilidad”.
Agregó que para la próxima semana se proyecta que los combustibles bajen unos centavos, así como se ha venido presentando por cuatro semanas consecutivas.
Honduras pagó al tercer trimestre $1,014.6 millones por las importaciones petroleras, 36.6% menos que en el mismo período de 2014, pero compró 800 mil barriles más de hidrocarburos.
De enero a septiembre el pago por la importación de combustibles, lubricantes y búnker para generación de energía eléctrica se redujo en $580.2 millones.