Nueva York, Estados Unidos
El empleo en Estados Unidos cerró el primer mes de 2015 con resultados favorables, lo que confirma el vigor de la reactivación económica en el país del norte y sus efectos en la región centroamericana.
En enero la economía norteamericana creó 257 mil puestos de trabajo, muy por encima de los 235 mil esperados por los analistas.
El informe sobre el empleo publicado por el Departamento de Trabajo aporta tranquilidad a la administración del presidente Barack Obama, aunque no todas las estadísticas arrojan datos positivos.
La tasa de desempleo subió 0.1 punto porcentual en un mes, a 5.7%, tras caer en diciembre a su nivel más bajo en casi seis años.
En el mismo lapso, el número de desempleados en EUA volvió a subir 3.3% a unos nueve millones de personas, un número que implica que el descenso constante de los últimos meses se detuvo.
Sectores beneficiados. La consultora ADP reportó que el sector servicios incorporó 183 mil nuevos trabajadores en enero, cifra menor a los 207 mil del mes anterior. Mientras que el sector de la producción de bienes generó 31 mil empleos, por debajo de los 47 mil de diciembre.
La construcción creó 18 mil empleos en enero, frente a los 26 mil del mes anterior. El sector manufacturero añadió 14 mil puestos de trabajo, menos que los 23 mil de diciembre.
El comercio, el transporte y las empresas de servicios públicos creó 54 mil puestos de trabajo, un fuerte aumento respecto a los 40 mil de diciembre, mientras que los servicios financieros generaron 11 mil empleos, frente a los 14 mil del mes anterior.
Los servicios profesionales y de negocios crearon 42 mil empleos, indicando una fuerte caída en comparación con los 72 mil puestos de trabajo del último mes del año anterior.
Por otro lado, la ADP apunta que el empleo entre las grandes empresas aumentó en 40 mil empleados, mientras que las pequeñas empresas crearon 78 mil nuevos puestos de trabajo y las medianas, 95 mil.
El boom de la producción estadounidense es considerado uno de los factores principales de la caída de los precios del crudo, que llegó a perder cerca de 60% desde mediados de junio pasado.
