El mundo de la moda se vistió de luto tras la partida de Giorgio Armani, el legendario diseñador italiano que falleció a los 91 años este 4 de septiembre de 2025. Su legado, sin embargo, permanece intacto: un imperio global que transformó la manera en que el mundo entiende el lujo, la elegancia y el estilo.
Nacido en 1934 en Piacenza, Italia, Giorgio Armani no comenzó su carrera en la moda, sino en la medicina. Tras abandonar sus estudios y cumplir con el servicio militar, se trasladó a Milán, donde trabajó como escaparatista en La Rinascente, una prestigiosa tienda por departamentos. Fue allí donde descubrió su verdadera vocación.
A finales de los años 60 conoció a Sergio Galeotti, que se convirtió en su socio en la vida y el trabajo: fue quien lo convenció para crear su propia empresa y trabajar como consultor para marcas de moda, para luego abrir su propio estudio en Milán en 1973.
En 1975, Armani y Galeotti fundaron juntos Giorgio Armani Spa y en ese año se presentó la primera colección masculina, para la primavera/verano de 1976, que inmediatamente atrajo la atención de los expertos de la industria.
Hollywood y el salto internacional
El punto de inflexión llegó en 1980 con la película American Gigolo, protagonizada por Richard Gere. Armani diseñó el vestuario, y sus trajes se convirtieron en símbolo de sensualidad masculina y éxito moderno. Desde entonces, su marca se volvió omnipresente en alfombras rojas y sets de filmación trabajando con estrellas como Julia Roberts, Cate Blanchett, Rissell Crowe, Anne Hathaway, entre otras.
Otra producción exitosa que lanzó a la fama mundial los trajes de Armani fue la serie "Miami Vice", de 1984. En la ficción, su protagonista, Don Johnson, lucía elegantes trajes de su casa de modas, pero con un estilo más fresco y desenfadado, ya que la acción se situaba en la ciudad del Sol, Miami.
Más allá de la moda: un estilo de vida
Armani no solo diseñó ropa. Su visión empresarial lo llevó a crear líneas como Emporio Armani, Armani Jeans y Armani Privé, además de incursionar en perfumes, cosméticos, mobiliario, restaurantes y hoteles de lujo. Su marca se convirtió en sinónimo de estilo integral, desde el vestuario hasta la decoración de interiores.
A diferencia de otros diseñadores, Armani mantuvo el control total de su empresa. Supervisaba personalmente cada colección, cada desfile, cada detalle. Su perfeccionismo era legendario: se cuenta que probó cada asiento del Teatro Armani para asegurarse de que todos tuvieran una vista perfecta del escenario.
¿Qué sigue ahora?
El imperio de Giorgio Armani, que abarca desde las marcas de moda a los hoteles y restaurantes, con ingresos anuales de 2,300 millones de euros, pasará ahora al control de su Fundación, aunque con algunos detalles en el reparto de acciones.
En octubre de 2023, el periódico Corriere della Sera publicó los estatutos de la futura Fundación Giorgio Armani, aprobados en una junta extraordinaria en 2016, pero sin determinar el reparto de los varios tipos de acciones que seguramente, señalaba el diario, sería detallado en el testamento.
Aunque, según apunta el periódico La Repubblica, sus herederos están ya sentados en el Consejo de administración de la fundación, dirigida por Pantaleo Dell'Orco, quien fue su mano derecha y compañero de vida, su sobrino Luca Camerana y el director ejecutivo de Rothschild Italia, Irving Bellotti. Será la fundación quien gestione una marca global con 8,700 empleados, 650 tiendas, además de hoteles, restaurantes y clubes, incluyendo la histórica 'Capannina', uno de los establecimientos de playa más famosos de Italia, en la localidad Forte dei Marmi, en Toscana, adquirido en agosto pasado.
La 'Cappanina' fue el último regalo que quiso hacer Armani a sus colaboradores y a Dell'Orco, su compañero durante los últimos 20 años, y al que conoció en ese famoso local.
La compañía cerró 2024 con ingresos de 2.300 millones de euros y nunca ha dejado de invertir: 332 millones de euros el año pasado, el doble de los 168,5 millones de euros de 2023.
Sin embargo, Armani siempre fue un empresario prudente, reacio al endeudamiento, y deja una empresa saneada a la fundación: a finales de 2024, contaba con un poco menos de 600 millones de euros en liquidez para impulsar el crecimiento futuro.
"También se estipula que la fundación no distribuirá ganancias, activos ni excedentes operativos, transacciones que están expresamente prohibidas, incluso indirectamente: cualquier ganancia o excedente se destinará a actividades institucionales", explica el diario 'La Repubblica'.
¿Cuánto vale la marca?
Los analistas estiman que la empresa podría tener un valor actual de entre 6,000 y 7,000 millones de euros.
La valoración considera no solo los ingresos y la rentabilidad, sino también el prestigio de la marca y su cartera inmobiliaria: edificios en el distrito de la moda de Milán, ubicaciones icónicas en Nueva York, París, Londres y Hong Kong, boutiques, hoteles, restaurantes o espacios multifuncionales.
El pasado julio, su firma cumplió medio siglo y se coronó como uno de los pocos y exitosos diseñadores que ha sabido mantener el equilibrio entre la visión creativa y el liderazgo empresarial, mientras la mayoría de las casas históricas han sido absorbidas por grandes conglomerados internacionales.
Giorgio Armani se mantuvo como único propietario del holding hasta el final, sin vender acciones a fondos o grupos externos, ni a cambio de liquidez ni de visibilidad.
Con el tiempo, la marca ha ampliado su universo para incluir otros sectores, que se han convertido en parte integral de su identidad: Armani Casa, Armani Beauty, Armani Ristorante y Armani Hotels. Áreas diferentes, pero unidas por una dirección estilística coherente, basada en el rigor formal, la elegancia minimalista y la calidad discreta.