El Gobierno de Honduras, bajo la administración de la presidenta Xiomara Castro Sarmiento, continúa respaldando iniciativas que promueven el desarrollo económico del país. Una de estas es la exportación de camarón cocido, un producto emblemático cultivado principalmente en los departamentos de Choluteca y Valle, en la zona sur del país.
Fredis Alonso Cerrato Valladares, secretario de Estado en el Despacho de Desarrollo Económico, ha declarado que “esta actividad, que involucra a más de 409 fincas productoras y genera alrededor de 10 mil empleos directos, se ha convertido en un motor vital para la economía local”.
Inversión. Recientemente se ha destacado la importación de camarón cocido hondureño en Sinaloa, México. Según datos proporcionados por la Asociación Nacional de Acuicultores de Honduras (Andah), en el año 2023 se exportaron aproximadamente 645 toneladas métricas, equivalente a un millón 420 mil libras, hacia este importante mercado.
La producción y exportación de camarón requiere un significativo nivel de inversión. Se estima que las inversiones en plantas de procesamiento ascienden a 110 millones de dólares, mientras que los laboratorios larvarios y las plantaciones representan una inversión adicional de 50 millones y 24 mil hectáreas respectivamente, señala Cerrato Valladares.
Cabe señalar que, para fomentar esta inversión, el gobierno hondureño ha implementado programas de incentivos fiscales, como el Régimen de Importación Temporal (RIT), que ofrece exoneraciones y suspensiones de pagos de impuestos para facilitar la exportación.
Garantía de calidad. El titular de la secretaría señala, “en términos de calidad y seguridad, se aplican rigurosas medidas sanitarias desde la etapa de desarrollo larvario hasta el procesamiento del camarón”. El Servicio Nacional de Sanidad e Inocuidad Agroalimentaria de Honduras (Senasa) realiza auditorías constantes para garantizar el cumplimiento de estas medidas.
Cabe señalar que, la exportación de camarón cocido a México se beneficia de los acuerdos comerciales establecidos entre ambos países, en particular, el Tratado de Libre Comercio que está vigente desde el año 2013. “Esto ha permitido aprovechar preferencias arancelarias que facilitan el acceso al mercado mexicano”, indica Cerrato Valladares.
Impacto social. Como consecuencia, esta actividad en la economía hondureña es significativo, generando empleo y desarrollo en las comunidades involucradas en su producción. Se estima que solo en los departamentos productores, se reciben alrededor de 100 millones de lempiras mensuales en sueldos y salarios.
