El pasado mes de junio, las familias que habitaban en la comunidad de Crique Las Marías, en Tela, Atlántida, se vieron forzadas a abandonar sus viviendas.
Un grupo de al menos 50 hombres secuestró a 14 de los pobladores en un pleito del crimen organizado, reconoce la Policía. A la fecha, se desconoce el paradero de ellos.
El desplazamiento forzado por la violencia se ha convertido en una crisis humanitaria que afecta a miles de hondureños.
No hay un dato exacto que establezca cuántas personas son desplazadas forzosamente, pero la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados en Honduras (Acnur) estima que entre 2018 y 2022 cerca de 250,000 hondureños dejaron sus hogares para huir de la violencia.
En lo que va de este año, la Secretaría de Derechos Humanos ha registrado 83 casos de desplazamiento forzado, lo que equivale a unas 275 personas que debieron salir de sus hogares por temor a ser víctimas de las maras y el crimen organizado.
En los reportes sobresalen casos de personas que recibieron amenazas; mujeres, niñas y niños que están en riesgo de ser reclutados por pandillas; casos de desplazamiento por temas de defensa de la tierra y los recursos; extorsión; intimidación a líderes comunitarios o campesinos, entre otros.
Andrea Pineda, titular de la Dirección para la Protección de Personas Desplazadas Internamente por la Violencia, aseguró que uno de los avances en materia de protección para las personas desplazadas internamente es la aprobación de la Ley para la Prevención, Atención y Protección a las Personas Desplazadas Internamente.
Con la normativa aprobada en 2022, se logra dar asistencia a cientos de familias víctimas del flagelo. Una de las estrategias que contempla el decreto es el sistema de alerta y respuesta al desplazamiento interno.
“Este sistema es una coordinación para fortalecer la respuesta estatal y las diferentes rutas que se pueden tomar en el mandato de cada institución; por ejemplo, en el tema de salud, educación, cuando una familia es desplazada y sus hijos necesitan empezar de nuevo en otra escuela, reubicaciones, traslados de emergencia”, detalló.
Agregó que la asistencia humanitaria que reciben las familias permite que puedan reiniciar en una zona lejos del riesgo del cual han huido. Además, reciben apoyo económico para hospedaje temporal y para comenzar un emprendimiento, entre otros.
